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Brujas La ciudad de cuento de hadas

Actualmente, más de 3 millones de viajeros visitan sus empedradas calles cada año, convirtiéndola en el destino más visitado de Bélgica. Una ciudad medieval perfectamente preservada, construida alrededor de un laberinto de románticos canales, y la cual se le suele llamar “La Venecia del Norte”. 

 Algunas veces da la impresión de que a esta ciudad, Patrimonio Mundial de la Unesco, no le sienta bien ser tan pequeña (138,4 kms2), pues aunque es una parada obligada de todos los tours europeos, también resulta ideal para una visita de un día, por lo que los turistas la abandonan al final de la tarde para dirigirse con prisa a su próximo destino.

No obstante, a pesar de su reducido tamaño, su oferta turística es tan apabullante que a veces puede resultar difícil decidir qué ver o qué hacer. Aquí un ejemplo de itinerario para aprovechar al máximo la ciudad. 

8:00 Paseo por los canales: 

Empezamos el recorrido por Brujas con un paseo por sus míticos canales, que siempre se pueden combinar con otras atracciones como una cata de cervezas o de chocolates de autor, dos opciones ineludibles. 

Basta tomar una de las numerosas barcazas en alguno de estos cinco puntos: Huidemvettersplein, el Rozenhoedkaai (El muelle del Rosario), Wollestraar, Nieuwstraar y Katelijnestraat. El recorrido más habitual oscila entre 35 y 40 minutos y cuesta entre seis y siete euros.

9:00 Recorrido por la plaza Mayor:

Este el punto de partida obligado para empezar a descubrir la belleza de la ciudad. La plaza está presidida por el Belfort o Torre del Campanario a la que puedes subir (366 escalones) para disfrutar una de las mejores panorámicas de la ciudad. Si el clima te lo permite ¡alcanzarás a divisar hasta el Mar del Norte! El lugar está abierto de lunes a domingo entre las 9:30 a.m. y las 5:00 p.m. Precio de ingreso: 5 euros.

Unida a la Plaza Mayor a través de la calle Breidelstraat, está la Plaza Burg, con edificaciones emblemáticas como el Ayuntamiento y la Basílica de la Sagrada Sangre (www.holyblood.com). El ingreso a la iglesia es gratuito pero si quieres visitar el pequeño museo religioso anexo (donde encontrarás valiosos objetos litúrgicos, vestuario eclesiástico, documentos, etc.), debes cancelar 2 euros. Abierta todos los días entre las 9:00 a.m. y las 5:00 p.m. 

11:00 Historium Brugge:

Se trata de una de las nuevas atracciones de Brujas. Un recorrido de 35 minutos por la magia medieval de Brujas donde se mezclan el cine, la música y el arte a lo largo de siete salas temáticas en las que hay que poner en juego los cinco sentidos. La atracción consiste en dejarse llevar por la apasionada historia de amor que vive una pareja de jóvenes en plena Edad Media, con sus encuentros, desencuentros y fantasías. El recorrido dura 1 hora y el valor de la entrada es de 11 euros. Abierto todos los días entre 10:00 a.m. y 6:00 p.m. Para saber más: www.historium.be

12:00 Hora de chuparse los dedos:

La gastronomía es otro de los atractivos de Brujas, una de las ciudades con más estrellas Michelín per cápita. Es un error dejar pasar la oportunidad de la hora del almuerzo para probar el Vlaamse stoofkarbonadem, una carne vacuna cocinada durante muchas horas en cerveza. También es buena opción el waterzoï, un estofado hecho con pescado o pollo y papas, zanahoria y cebolla junto a una salsa fina y cremosa.

Si vas en invierno (entre el 1 de noviembre y el 28 febrero), de lunes a viernes, una serie de restaurantes de primera categoría se han unido en el llamado Winter Lunch (Almuerzo de Invierno), una comida gastronómica que consiste en un solo plato, preparado con ingredientes típicos de la región.

Hay que tener en cuenta que los restaurantes en Bélgica se clasifican en cuatro categorías y van en función del precio. Estos precios son para un menú de tres platos por una persona y se ofrece una botella de vino de la casa, o su equivalente más económico. 


Por cierto ¡no te vayas de Brujas sin probar los gofres o el chocolate belga!


3:00 El Beaterio y el Minnewater

En una ciudad tan romántica como Brujas no puede faltar un paseo por el Minnewater o lago de los Enamorados, situado a cinco minutos de la estación de tren. Este lago y su parque, que acoge conciertos en verano, servía de muelle a las embarcaciones que cubrían la ruta comercial Brujas-Gante en los siglos XIV y XV.

Al final del lago reposa el Begijnhof, un beaterio de casitas blancas en torno a un jardín donde ahora residen estudiantes y, en uno de los edificios, una comunidad de monjas benedictinas. El patio central con césped, flores y álamos es un remanso de paz en mitad del casco urbano. Se puede visitar el convento de 10:00 a.m a 5:00 p.m por 2 euros.

 

19:00 Paseo en bici

¿Qué tal un paseo en bicicleta? Basta con seguir la ruta que bordea la ciudad siguiendo la silueta de las viejas murallas. Es la llamada Ring y pasa por las puertas que daban acceso a la Brujas Medieval, llegando hasta el parque Kruisvest. Otra alternativa es recorrer los senderos del Minnewaterpark.

Para alquilar tu bicicleta, puedes acudir a la estación de ferrocarril (8.80 euros por día) o a De Ketting (5 euros la jornada). En la oficina de turismo (en la plaza Brug) se puede conseguir un folleto (por 1,24 euros) que describe cinco rutas ciclísticas por los alrededores. También informan sobre excursiones guiadas. 


21:00 Cultura y música

Para cerrar la noche, una buena opción es acudir a la sala de conciertos Concertgebouw, construida para celebrar la Capitalidad Cultural de Europa. Está abierto de martes a domingo y la entrada general es de 6 euros. Conoce toda la programación en www.concertgebouw.be

Si viajas a Brujas en julio, no hay que olvidar que en esa época se celebra el Cactus Festival en el Minnewaterpark. Este festival acoge rock, reggae, danza y música del mundo. Se celebra al aire libre y es un lujo multicultural para todos los sentidos.

Recomendaciones para el viajero

  • Para llegar: 

    La forma más rápida y cómoda es volar hasta Bruselas, la capital belga, y después tomar un tren hasta Brujas, a una hora de trayecto. La ciudad es fácil de recorrer a pie, aunque la bicicleta resulta también muy útil; existen numerosos puntos de alquiler de bicicletas. Brujas cuenta además con autobuses que comunican los barrios periféricos con el centro. Los paseos por los canales son turísticos.
  • Para movilizarse:

    El brugge city card permite acceder a 26 museos y monumentos, un paseo en barca por los canales, así como descuentos en transporte público, alquiler de bicicletas y entradas a conciertos.
  • Para dormir:

     Desde hoteles de todas las categorías hasta apartamentos y habitaciones que pueden alquilarse por días. Fuera de la ciudad hay granjas y bed & breakfast.

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