Curaçao, una de las cinco islas de las Antillas Holandesas, es una curiosa mezcla de oportunidades para el turista, el empresario y el inversionista colombiano, por ser un eje estratégico en el Caribe, que mantiene aún la apariencia de una ciudad pueblo colonial holandés del siglo XVIII.
Gracias a su herencia europea, a la influencia ejercida por Holanda desde los tiempos de la Conquista, esta pequeña isla en el Caribe es muestra palpable del encuentro de dos mundos. Europeos que llegan atraídos por sus playas, latinoamericanos que buscan escapar de sus grandes ciudades, se entremezclan en Curaçao a fin de disfrutar de su cocina, su vida nocturna y de cientos de tiendas con descuentos y costos realmente bajos.
A hora y media de vuelo desde Bogotá, esta isla vive un calmado ritmo de vida, al tiempo que se ve un desarrollo económico dinámico y permanente. Posee una riqueza natural de cuya conservación se encarga la Fundación Jacques Cousteau.
Actualmente hay vuelos directos desde Bogotá, Barranquilla y Cartagena. Avianca, Aires y DAE son las aerolíneas que acercan a Colombia con la isla del corazón... ¡Curaçao! Más de 37 pequeñas playas de todo tipo protegidas por el gobierno, aptas para el buceo, algunas con cien metros de visibilidad submarina, un Seaquarium con delfines y sus reservas coralinas rodean una isla cuya capital, Willemstad, logró que todas sus casas de colores pastel fueran declaradas patrimonio histórico de la humanidad por la Unesco, como la Gran Muralla china y el Taj Mahal.
La puerta de entrada a Curaçao es un canal natural que se separa de la ciudad, pero que a su vez se une por el puente Reina Emma, un puente flotante que se abre durante el día. Por allí ingresan enormes barcos y cruceros de hasta 50 metros de altura, que al entrar al canal son recibidos por los turistas, que saludan a sus tripulantes desde tascas y heladerías, al mejor estilo europeo, en una escena cinematográfica.
En la parte sur el oleaje es más bajo; allí el mar se aquieta permitiendo a los buzos tener hasta cien metros de visibilidad submarina y 90 grados de inclinación, es decir, a medida que bajan observan flora y fauna diferentes y logran hacer inmersiones profundas sin alejarse de la playa, evitando las corrientes.
Esta isla tiene varias caras. Si la mira un turista, verá un trozo de Holanda en el Caribe, con una rica oferta de actividades que pasan por el snorkel, el buceo, la equitación, el turismo ecológico, las excursiones, los safaris, lo histórico, el golf, el squash, el sol, la playa, observar avestruces, así como disfrutar de todas las posibilidades que ofrece su bien organizada infraestructura hotelera que incluye enormes resorts, sólo para nombrar algunos de sus principales atractivos.
Pero si se trata de buscar oportunidades de negocio, este es un paraíso fiscal con los controles de la Comunidad Económica Europea, por su carácter holandés, que desarrolla una creciente industria compuesta por una refinería, un enorme taller reparador de barcos y cruceros, un centro de acopio de mercadería de todas partes del mundo con numerosos contenedores desde donde se reciben y se distribuyen entre Europa y América.
Precios desde US$ 232. Tres noches, acomodación cuádruple, precios por persona. Los colombianos con visa estadounidense, canadiense o de los territorios chengen, que esté vigente y utilizada no necesitan gestionar visa de las Antillas Holandesas.
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Víctor Manuel Dapena, director de la Oficina de Turismo de Curaçao en Colombia, comenta que “ha habido un incremento significativo de comerciantes y empresarios colombianos llegando a Curaçao con productos que tienen acceso al mercado europeo, favorable para las relaciones de los dos territorios”.
Otro atractivo que no se puede dejar de visitar es la sinagoga Mikvé Israêl-Emanuel, fundada en el siglo XVIII, la más antigua en uso del hemisferio occidental. También está el Museo Africano que muestra cómo se desarrolló la esclavitud durante varios siglos. La totalidad de la población domina el holandés, pero el idioma oficial es el papiamento, una extraña mezcla de inglés, español y diferentes expresiones de lenguas criolla antillanas y africanas.
Curaçao es playa, Caribe y placer, pero sobre todo, este pedazo colonial de la Holanda de ultramar es ciento por ciento corazón.
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