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India increíble

Un recorrido por el país donde nació el ajedrez, las casas modulares, la regla y el yoga. Allí cada amanecer tiene un ritual y cada noche alguien le regalará una receta ancestral para curar las dolencias del alma y el cuerpo.

Lo primero que usted tiene que saber si le interesa viajar a India es que ninguna palabra será más precisa para describir este país que el adjetivo: increíble. Justamente es la palabra que usa la campaña gubernamental para promover como destino turístico el país del admirado Mahatma Gandhi.

India es sencillamente así: increíble. Es una tierra en la que cada zona del país tiene un encanto diferente que va desde los imponentes templos en mármol hasta la calidez de los monjes que cuando alzan la mirada, regalan un brillo penetrante y una sonrisa genuina difícil de olvidar.

Seguramente usted ha escuchado decir que India transforma, que nadie se va igual a como llegó y a mi juicio es verdad. Si quiere ir a India, prepárese para un viaje que requiere recibir con simpatía la diferencias culturales, darle absoluta licencia a los sentidos, y sobretodo flexibilidad mental porque en ese país todos los esquemas y estándares a los que estamos acostumbrados se rompen.

Este recorrido comienza en Monte Abu, destino famoso de innumerables retiros espirituales. Allí está la sede principal de Brama Kumaris, conocida como la Universidad Espiritual para un mundo mejor, donde anualmente cientos de latinos viajan para conocer y experimentar los beneficios de la meditación. Incluso en varias capitales de Colombia hay sede de esta insitución.

Ahora hablemos de Rishikesh, cuidad conocida como la capital mundial del yoga. Cruzar el representativo puente Lakshman Jhula es vivir la cotidianidad de los indios, es tener el privilegio de estar a centímetros de sus tradiciones, de respirar la diversidad de fragancias de incienso, ver la variedas de ventas ambulantes, darle un ritmo nuevo a la cabeza tratando de seguir con la mirada los monos saltarines, es caminar en medio de vacas delgadas, es contemplar esas miradas profundas y penetrantes. Por supuesto, también ser testigo de su inmensa fe y la fuerza de sus creencias.

Si le gustan las piedras preciosas y semipreciosas, las imágenes talladas, los cuencos, la medicina derivada de plantas, los masajes relajantes y los desayunos frugales, este lugar es el paraíso. Además podrá practicar rafting o nadar en el río Ganges. Recuerde que miles de personas consideran estas aguas sagradas y por tanto se sumergen para lavar sus pecados.

En la mayoría de planes turísticos hablan del triángulo dorado integrado por Nueva Delhi, Jaipur y Agra. Si decide hacerlo, hay tres lugares imperdibles: En Agra el maravilloso Taj Mahal, uno de los mausoleos más famosos del mundo. La entrada cuesta entre 15 y 20 dólares. En Nueva Delhi, hay dos sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: la Torre de la Victoria o Qutab Minar que tiene 72 metros de alto, y la tumba de Humayun, que con su enorme cúpula de mármol blanco, marca el nacimiento de la arquitectura mogol. En Jaipur, conocida como la “Ciudad Rosa” por el color de sus casas, tendrá la oportunidad de montar en elefante.

La comida es un capítulo aparte en India. Prepárese para que las papilas gustativas aprendan a diferenciar a plenitud, lo dulce, lo salado, lo picante, lo amargo y lo astringente. No en vano, India es famosa por inmensa variedad de especias que exporta y usa en sus recetas que, por lo general, tienen ají, mostaza, pimienta, comino,cúrcuma, jengibre, cilantro y en ocasiones el azafrán. Y en los platos de dulce abundan ingredientes como cardamomo, miel, canela y clavo.



En la mayoría de los restaurantes usan bandejas y vasos metálicos, asunto que al comienzo resulta un poco extraño. En la gastronomía india predominan el arroz, la chana (garbanzo), el toor (garbanzo indio), el urad (lenteja negra) y el mung (soja verde). Todos los días le servirán rotis que es como un especie de pan, y chapatis que es la tortilla típica del país. En las bebidas se destacan el chai que es un té delicioso y el ginger honey que después del almuerzo resulta muy digestivo.

Al transportarse es importante que para los trayectos largos le de prioridad a viajar en avión; hay varias aerolíneas de bajo costo. Los trenes funcionan bien y los hay de varias categorías, de manera que puede elegir por los servicios que desee usar, obviamente a mayor comodidad deberá destinar más rupias. Pero si se trata de ahorrar tiempo en los desplazamientos en un país tan grande, lo mejor es usar avión. En las ciudades puede usar los rickshaw que son triciclos motorizados, cubiertos y sin puertas, o los tuk-tuk, triciclos de pedales impulsado por una persona, con un asiento atrás para dos. ¡Eso hay que vivirlo!

Un aspecto muy importante: India no es un país costoso, por eso como turista es vital que aprenda a negociar porque cualquier objeto o tour, termina costando la tercera parte del valor que le hayan dicho inicialmente. El proceso de negociación para pedir rebaja es toda una experiencia. Si no sabe hindi, prepárese para una serie de gestos y para escribir números en una hoja de papel o en una calculadora. Ambas partes van marcando hasta llegar al precio acordado. Es buena idea no botar la hojita hasta que haya cancelado para evitar inconvenientes.

En cuanto a regalos, podrá traer textiles de una variedad maravillosa, toda suerte de artículos en marmol, joyas con piedras preciosas, esencias, aceites, productos de belleza y de salud basados en la sabiduria ayurvédica que, al igual que la medicina tradicional china, es uno de los sistemas médicos vigentes más antiguos del mundo.

Al final regresará con el recuerdo de un país encantador, con una arquitectura milenaria, miles de lugares perfectos para meditar, enormes templos, imponentes jardines, bailes con coloridos y brillantes vestuarios, cientos de deidades, caminatas inigualables en las que las calles se comparten con vacas, micos, elefantes y camellos; ceremonias de fuego y seguramente con varios hilos rojos en la muñeca porque los monjes los regalan cuando deciden darle una bendición que además, estará acompañada de un poco de azúcar. Y un dato final, decir “namasté” esta bien para saludar, despedirse, agradecer, mostrar respeto y hasta para rezar.

Algunas cifras importantes

  • Segundo país más poblado del mundo con 1.200 millones de habitantes.
  • Séptimo más extenso con más de 3 millones de kilómetros cuadrados, es decir, casi 10 veces, el tamaño de Italia.
  • Cuarto país en longitud de vías férreas con más de 64 millones de kilómetros de ferrocarriles.
  • En lo espiritual tiene una inmensa diversidad de creencias; según la literatura tiene más de 330 millones de divinidades y en su suelo nacieron cuatro de las religiones más importantes del mundo: el hinduismo, el budismo, el jainismo y el sijismo.

Texto: Constanza Triana

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