París, la Ciudad de la Luz, del amor y de la moda; capital de Francia y uno de los centros económicos y culturales más importantes del mundo. Un destino ideal para quien desee descubrir su interminable lista de atractivos: 138 museos, 208 teatros, 79 clubes y discotecas, 756 librerías y cerca de 14.000 restaurantes, más otros miles de lugares donde tomar una copa o disfrutar un café, charlar, reír o ver pasar la gente.
Claro, subir a la Torre Eiffel al igual que tomar un crucero por el Sena o sorprenderse con la imagen de la Gioconda en el Louvre, son planes infaltables en el itinerario de quienes se lanzan a descubrir la ciudad.
No obstante, una de las mejores maneras de explorar París es elegir cualquier calle y empezar a caminar. Sin afanes, podrás descubrir por ejemplo hermosos parques en la ciudad, como el bois (bosque) de Vincennes, con varios lagos, un castillo, un zoológico y un jardín tropical. O el Jardín de las Tullerías, un bucólico espacio en pleno centro parisino, con una privilegiada ubicación entre el Louvre, la Plaza de la Concordia y el río Sena.
Eso sí, uno de los lugares infaltables a visitar es el barrio Latino, uno de los más antiguos de la ciudad. Tiene de todo: restaurantes, iglesias, universidades, cafés, edificios modernos… En su centro se encuentra la Plaza de Saint Michel, a partir de la cual se originan la rue de la huchette, rue de harpe, rue de cluny y la rue mouffetard, lugares repletos de cafés y restaurantes como Polidor, uno de los más antiguos de la zona, o Le Grand Bistrot, si lo se desea un delicioso fondue.
Una vez saciado el apetito, no olvides visitar los edificios de interés arquitectónico de la zona como El Panteón Pantheonparis, la Universidad de la Sorbona Sorbone el Palacio y Jardines de Luxemburgo o el teatro Odeon Theatre-odeon.
Hay que abrir espacio en tu agenda para pasear por las calles de la zona de Les Marais, la cual se enmarca entre tiendas de decoración, galerías de arte, restaurantes nacientes y parques como el Place des Vosges, ideal para hacer una parada si se está cansado de caminar.
Uno de los lugares más impresionantes que no se puede dejar de visitar es la catedral de Notre-Dame, de estilo gótico y alrededor de la que han surgido numerosas historias y leyendas.
El Palacio de Versalles es otro de los lugares de imprescindible visita. Actualmente ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y se pueden visitar tanto los jardines como el interior de los tres palacios de los que está compuesto, reconvertidos en museos.
Y si estás dispuesto a salir completamente de la ciudad por una tarde, los pueblos y ciudades de la zona metropolitana de París tienen mucho que ofrecer. Lugares cercanos como la ciudad de Versalles y su palacio o Saint-Germain-en-Laye y su castillo son lugares fantásticos para visitar y apreciar la arquitectura francesa. También puedes visitar Vincennes, Montreuil, el Bosque de Boulogne y Neuilly-sur-Seine. Son todos lugares fáciles de acceder con el metro, tranvía, autobús o RER (Red de ferrocarriles).
La mejor opción es sin duda el metro. Rápido, cómodo y económico, las 16 líneas del metro comunican con prácticamente cualquier punto de la ciudad. El precio del billete es de 1,7 Euros.
La aplicación “Visitar París en Metro” te da acceso a una buena oferta de servicios para desplazarte y descubrir sus principales atractivos. La mayoría de sus funciones son accesibles incluso cuando no estés conectado a Internet.
Otra opción es el RER, una red de ferrocarriles que ofrece transporte rápido dentro de París, además de conexiones frecuentes con los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly, Versalles, Disneyland París y otros destinos en los suburbios parisinos.
Las líneas del RER tienen paradas en las estaciones de trenes de larga distancia de la SNCF en París y también tienen conexiones con muchas líneas de metro, lo cual hace de este sistema una excelente manera de descubrir y llegar a París.
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