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República Checa

Un destino polifacético

Historia, romanticismo, salud, arquitectura medieval.Un conjunto de atractivos que ofrece uno de los países más jóvenes del mundo.

Primero fue parte del imperio austrohúngaro con sus dinastías. Luego República independiente de Checoslovaquia y más tarde estado socialista alineado con la Unión Soviética. En 1993 que surgió como República Checa, fruto de la división de Checoslovaquia en dos países independientes; y desde 2004 es miembro de la Unión Europea.

República Checa es, en primer lugar, uno de los países más jóvenes del mundo y destino preferido del turismo cultural de Europa. No sólo porque posee innumerables monumentos, castillos y pintorescas ciudades en las cuales 12 atractivos han sido declarados patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco, sino porque cuenta con más de 60 festivales y eventos folclóricos durante todo el año. Los monumentales castillos en roca extendidos a lo largo de 78 mil kilómetros, son quizá una de las características más importantes de este país. De ahí que su programa de “Monumentos históricos reavivados”, ha otorgado un nuevo sentido a la visita de estos lugares, dándoles la posibilidad a los turistas de participar en eventos para conocer la vida familiar de la nobleza, descubrir cámaras secretas y hasta ser recibidos por personajes históricos, como la dama Filipina Welserová.

Más de 2.000 castillos y palacios

• El Castillo de Praga: construido  el IX, alberga la Catedral de San Vito, el callejón de Oro y la Alquimia, otrora morada de Kafka.

• El Castillo Slavkov u Brna en la ciudad de Austerlitz, interesante por su extenso subterráneo y el museo de historia dedicado a la batalla de Slavkov.

• Castillo Český Krumlov en Rozmberg, con jardines de terrazas, parque y teatro, una carroza de oro única, sala de máscaras y exposición de cerámica.

• Castillo Lednice, originalmente una ciudadela gótica que posee invernadero de palmeras, acuario y museo donde se encuentra una cabeza de mamut. Inscrito en la lista de patrimonio de la humanidad de la Unesco.

• Castillo Karlštejn: uno de los símbolos del reino checo, lugar de depósito de joyas checas e imperiales de coronación y restos valiosos de los santos. Y algunos otros más como Hluboká nad Vltavou, Konopiste, Sychrov o Ceský Sternberk. En todo el territorio se habla checo, aunque los habitantes jóvenes manejan en su mayoría el inglés. Desde los aeropuertos de Roma y Madrid hay aproximadamente dos horas en avión para llegar a su capital Praga, considerada una de las ciudades más bellas del mundo.

Spas y balnearios

República Checa brinda instancias únicas para quienes buscan el máximo bienestar. El balneario Mariánské Lázne, es famoso por su acción sobre las enfermedades del riñón, respiratorias, nerviosas y de disfunción. También se cuentan Františkovy Lázne con 24 fuentes curativas para enfermedades vasculares, de la mujer y aparato locomotor; Jáchymov, antiguo centro minero con fuentes termales radioactivas con elementos como cesio, titanio, berilio, bismuto y sobre todo, radio.

El balneario de Jáchymov, situado al pie de los montes Krusné Hory, empezó en 1906 como el primero del mundo en aprovechar los efectos curativos del agua con contenido en radón para ayudar a los pacientes con enfermedades del aparato motor. Por su parte, Karlova Studánka, situada en el corazón de los montes Jeseníky, dispone con una piscina con agua de mar climatizada. Además del baño, el lugar ofrece diversos tipos de masajes y la posibilidad de disfrutar de una piscina iluminada con luces blancas y azules.

De su oferta cultural, forman parte sus carnavales y festivales. Se puede partir del Carnaval de Praga cuyas fiestas se han celebrado sin interrupción desde el medioevo, lleno de máscaras, vestidos y verbenas populares por toda la ciudad; en él se puede participar solo con el atuendo adecuado comprado o alquilado en muchos sitios de la ciudad. A lo anterior se suman el “Baile Nacional” con trajes típicos realizado en febrero, el Festival Internacional de Gaiteros celebrado en Strakonice; el Pequeño Cantador, donde participan niños y jóvenes talentos que perpetúan la tradición checa en el balneario Velké Losiny; la Vendimia entre finales de septiembre y comienzos de octubre con carrozas, máscaras y muchas uvas; la Fiesta Mayor, la Noche de San Juan, la Fiesta de las Cosechas y la Cabalgata de Reyes entre otras.

Entre Alemania, Polonia y Austria se ubica este territorio donde los paisajes parecen dibujados con pincel: ciudades con fachadas de colores y techos encendidos bordean los ríos y montañas. De hecho, en Praga se encuentra el séptimo jardín zoológico más hermoso del mundo. Cuenta con parques naturales y reservas para practicar cicloturismo o montar a caballo. Embalses como los de Lipno, Orlík, Slapy, Vranov, Nové Mlýny o el lago Máchovo Jezero para deportes de vela y windsurfing; el río Elba o Moldava para realizar recorridos tranquilos y las montañas de Krkonoše, Orlické hory, Jizerské hory, Krušné hory, Šumava, Jeseníky y Beskydy con estaciones perfectamente equipadas para los tradicionales deportes de invierno.

Manjares checos:

En cuanto a la gastronomía se refiere, existe un proyecto denominado Czech Specials. Los restaurantes que exhiben el logo de este programa aseguran un estándar de calidad y, sobre todo, comidas típicas nacionales y regionales. El Café Imperial, Fama Bar Restaurante Vladislavova, Golf Yacht, el hotel Beránek o el Jehová chýse- Old Prague pub son algunos de los restaurantes de Praga que llevan el sello Czech Specials. El listado completo  puede consultar en: Manjares Checos

En Praga el plato clásico es el paté de carne con hígado y arándanos, mientras que en la zona montañosa de Krkonose el viajero puede descubrir el krkonosské, preparado a base de sopa de pan, champiñones y papas.

"Tips" para el viajero

Cómo llegar

Desde Bogotá se toma un vuelo hacia Barcelona vía Avianca o Iberia para hacer conexión con Czech Airlines hasta Praga vía Air France con escala en París, o Luftansa.

Joyas para no olvidar

• El reloj astronómico Orloj, uno de los monumentos más valiosos de Praga en la torre gótica del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja que muestra la hora centroeuropea, antigua checa, babilónica y astral.

• La iglesia de San Nicolás en Barrio Pequeño, lugar donde Wolfgang Amadeus Mozart tocabael órgano.

• El Niño Jesús de Praga, conocido también como el Bambino di Praga, estatuilla elaborada  España y situada en la iglesia de la Virgen María Victoriosa, famosa por los milagros realizados a enfermos terminales, sordos y ciegos y con un ajuar de más de 60 trajes decorados con oro, diamantes y perlas, regalados como muestra de gratitud.

• El Puente Carlos, con 10 metros de ancho y 516 de largo, es uno de los más bellos del mundo y el más antiguo de Praga con 30 estatuas que lo decoran y un conjunto de otras barrocas de santos, personajes históricos y bíblicos convertido en el lugar favorito de artistas, pintores, bailarines y mimos. La leyenda dice que quien pone la mano en la cruz en forma que cada uno de los dedos toque una de las estrellas.

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