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San Fermín, una fiesta que no tiene fin…

Cada año del 6 al 14 de julio, todos se visten de blanco y rojo para rendirle honores a San Fermín, patrono de Pamplona, en una fiesta que parece no tener fin y una de las más famosas del mundo.

Debes tener en cuenta que por esos días Pamplona se desborda de gente, por lo que antes de viajar mejor reserva con tiempo tu paquete de viaje, así aprovecharás cada momento. Este puede incluir los tiquetes, el alojamiento, los traslados, cupo en balcones para ver los encierros, los fuegos artificiales, entrada a la corrida de toros, entre otros.

El Txupinazo

Antes del mediodía del 6 de julio se alista el “cohete” y entre cantos, gritos, silbidos de la gente que lleva esperando horas este momento, se escucha de manera efusiva desde el balcón del ayuntamiento, la frase ritual: “¡Pamploneses, Iruñatarrok, Viva San Fermín, Gora San Fermín!”.

Ahí es cuando las pañoletas son alzadas a dos manos y después anudadas al cuello, se descorchan botellas de vino, champaña y por supuesto la sangría que se reparte en partes iguales para tomar y mojar al que se deje. En este momento la plaza está abarrotada de gente, no cabe ni un alfiler.

La calle es el lugar predilecto donde se llevan a cabo la mayor parte de las actividades y tú eres el protagonista. Allí se baila, se canta, se habla y se comparte con la familia, con los amigos y con los desconocidos, esto realmente no importa.

La fiesta es apta para quien quiera pasarla bien, porque allí encontrarás actividades para todos los gustos y aunque su origen es religioso, el ambiente que se vive no tiene nada que ver.

De la plaza del ayuntamiento, la fiesta se extiende por toda la ciudad en eventos preparados por los vecinos de los barrios, asociaciones gastronómicas, marcas comerciales y los miles de visitantes que llegan de otras partes de España y del mundo.

Si quieres participar de esta fiesta vístete de blanco con pañoleta roja, usa un buen par de tenis, evita las sandalias, come bien antes de salir y lleva únicamente lo necesario para no correr el riesgo que se te pierda algo. Solo tienes que despreocuparte y dejarte llevar por los festejos que te vayas encontrando por el camino.

Procesión de San Fermín

Como el origen de esta fiesta es religiosa no se puede dejar de lado la procesión que va por las calles de la Pamplona Vieja desde la Catedral hasta la Capilla de San Fermín, en un recorrido de una hora y media. Además de los feligreses, va una comitiva con clarineteros, timbaleros, maceros, escoltas, gaiteros, la banda municipal y las comparsas de gigantes y cabezudos.

Comparsa de Gigantes y Cabezudos

Los Gigantes, son 4 parejas de rey y reina, de 4 metros de alto, que representan a Europa, África, Asia y América y van siempre acompañados de una corte compuesta por otros “cabezudos” más pequeños que hacen las veces del alcalde, el concejal, la abuela y una pareja de japoneses. Además, está el grupo antidisturbios, son 6 kilikis: Barbas, Patata, Verdugón, Coletas, Caravinagre y Napoleón, y seis saldikos, mitad hombres mitad caballos que se dedican a pegarles a los niños con los vergajos de pega -especie de látigos-.

Estos personajes los vas a ver en todos los actos importantes de la fiesta: la procesión, el chupinazo y la despedida bailando valses, polcas y jotas al ritmo de las gaitas y el ttun-ttun.

Las peñas


Las Peñas son asociaciones sanfermineras quienes con sus pancartas e instrumentos musicales le ponen un toque de alegría a esta fiesta. La mayoría los encuentras en la calle Jarauta donde hay bares abiertos casi las 24 horas para copear, comer y bailar.

Estos son los grupos que ves saltar al ruedo, cuando acaba la corrida, con sus pancartas y bandas musicales, salen a la calle tocando y bailando seguidos por cientos de personas que se unen al festejo en un derroche de alegría hasta que se acaban las fuerzas.

Fuegos artificiales

Todos los días a las 11 de la noche, desde la Ciudadela, se presenta durante media hora los fuegos artificiales, un show que cambia cada vez de coreografía. Un buen sitio para que lo veas sin obstáculos es el parque de la Vuelta del Castillo o por los alrededores de la estación de buses. O si prefieres puedes reservar un cupo en la terraza del Palacio de Congresos Baluarte que incluye cena de tapas y una copa de champaña.


La música se toma las calles

Hay de todo para todos los gustos, las bandas municipales salen por las calles con sus repertorios clásicos o si prefieres puedes ir a uno de los conciertos donde se presentan grupos de pop-rock, jazz, lo más sonado del momento, en fin.

También puedes participar con tu pareja, amigo, amiga en el Baile de la Era que se lleva a cabo todos los días a las nueve de la noche en la plaza del Castillo. Allí aprenderás a bailar la cadena, la jota vieja, el vals, el fandango, las boleras y la corrida.

La corrida

Si te gusta la tauromaquia, la faena empieza a las 6:30 p.m. y transcurre en la plaza de toros de Pamplona a donde debes llegar con la ropa más cómoda posible, no llevar cámara que se pueda dañar con la lluvia, que cae de vez en cuando, de champaña, vino o sangría ¡Y Olé…!

¡Hay más!

Antes, durante y después de esta fiesta se llevan a cabo otras actividades organizadas por grupos de pamploneses: La Escalera, El Riau-Riau, el encierro de la Villavesa, Baile de la Alpargata, El estruendo, entre otros.

A las doce de la noche del último día, que nadie quiere que llegue, la gente porta velas y desde el balcón del ayuntamiento se clausura la Gran Fiesta con fuegos pirotécnicos en la Plaza Mayor. ¡Nos vemos en Pamplona el próximo 6 de julio!

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