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Un recorrido por las primeras calles de Bogotá

Doce bohíos y una capilla fueron el inicio de la que hoy es una de las metrópolis más grandes de Latinoamérica, y cuyas calles ancestrales guardan secretos e historias que vale la pena descubrir.

Si se quiere conocer la historia de Bogotá, el centro es el mejor lugar para lograrlo. El lugar donde nació Santafé, en el siglo XVI, en la actualidad forma parte de una urbe con más de siete millones de habitantes, de calles coloridas, edificaciones de estilo español, teatros, museos y toda una exquisita arquitectura al alcance de propios y extraños. A continuación les mostramos el comienzo de algunos de los espacios más representativos de esa primera Bogotá.

Quinta de Bolívar (1800)

Construida por don José Antonio Portocarrero para agasajar al virrey Antonio Amar y Borbón en el cumpleaños de su esposa la virreina, doña Francisca Villanova, fue obsequiada después de la independencia a Simón Bolívar por el gobierno de la Nueva Granada como una pequeña muestra de gratitud y reconocimiento. Refugio para El Libertador, alojó a Manuelita Sáenz de Thorne, quien la transformó en lugar de fiestas y reuniones. Hoy en este museo, ubicado en la calle 20 No. 2-91, se recorren los salones de Manuelita Sáenz, el comedor, la cocina y la habitación de Bolívar. Horarios de martes a viernes de 9:00 am a 5:00 pm, y sábados y domingos de 10:00 a.m. a 4:00 p.m. Precios de ingreso: adultos, $3.000; estudiantes, $2.000; niños de 5 a 10 años, $1.000, y adulto mayor gratis.

Museo del Oro (1939)

Ubicado en la calle 16 No. 5 - 41 en el centro de la capital, el Museo del Oro posee una colección que alberga por lo menos 50.000 objetos de oro, cerámica, madera y textiles, propios de la cultura precolombina del país, con tecnología que incluye controles electrónicos, de seguridad y automatización de la exhibición y del edificio. Horarios: martes a sábado, de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., domingos y festivos, de 10:00 a.m. a 4 p.m. Tarifa: $3.000, y gratuita los domingos y para los niños menores de 12 años, adultos mayores de 60 años e indígenas. No hay que olvidar que en el centro de Bogotá también se encuentran los Museos de la Moneda, de Botero, Militar y Nacional, con más de 20.000 piezas.

Planetario de Bogotá (1968)


Surgido de una propuesta de la Alcaldía Distrital al Concejo de Bogotá en 1967 con el fin de tener un espacio para la ciencia, el arte y la cultura en la ciudad, está ubicado en el corazón de la capital cercano a la Plaza de Toros. Hoy, y después de 40 años de funcionamiento, no solo ofrece proyecciones astronómicas, programas especiales, clubes y cursos para niños y jóvenes, sino que estrena pantalla con el sistema de proyecciones en formato de video a domo completo y en 3D, la cuarta de su clase en el mundo.


Plaza de Toros de Santamaría (1927)


Construida con la fortuna de Ignacio Sanz de Santamaría y la administración de Alberto Duarte para desarrollar una de las tradiciones de la fiesta española con picadores y toreros de renombre, fue la primera por su magnitud en utilizar cemento armado traído de Canadá. Sus planos, hechos en España dieron forma a un monumento arquitectónico de estilo mudéjar ubicado en la calle 26 entre las carreras 6a y 5a e inaugurado con la presencia del presidente Enrique Olaya Herrera el 8 de febrero de 1931.

 

Teatro Colón (1886)


Declarado Monumento Nacional en 1975, fue edificado por el italiano Pietro Cantini, el mismo creador del Capitolio Nacional, quien reunió artistas de su país como Mastellari y Menarino para dar vida a pinturas con personajes de la tragedia lírica como Hamlet, Carlos V, Mefistófeles o Lucía, y encargó al arquitecto suizo Luigi Ramelli de la ornamentación y decoración. Bautizado en honor a Cristóbal Colón, y con una capacidad para 900 espectadores, es una joya arquitectónica que impacta desde su fachada, donde se pueden disfrutar temporadas de danza contemporánea, conciertos, clases de tango, matinales infantiles y otras representaciones artísticas propias de la cultura bogotana. A él se suman el teatro Libre, el Camarín del Carmen y el teatro Jorge Eliécer Gaitán.

Santuario del Señor de Monserrate (1640)


Este símbolo religioso fue construido durante la presidencia del Nuevo Reino de Granada de don Juan de Borja. Don Pedro Solís fue el constructor de la obra que se extendió a un monasterio en 1657 y luego recibió al Señor Caído, obra del santafereño Pedro de Lugo y Albarracín. A Monserrate se puede acceder hoy en funicular o teleférico en un recorrido que tarda cinco minutos. Además de símbolo religioso, a este cerro se sube no sólo para disfrutar del lugar religioso sino de dos de los restaurantes más afamados de Bogotá, donde se puede gozar de una vista panorámica de la ciudad a 3.152 metros sobre el nivel del mar.

La Plaza del Chorro de Quevedo

El corazón de La Candelaria, la calle 13 con carrera 2ª, fue testigo de la fundación de la ciudad y punto de encuentro, en 1832, de aguateros y aguateras que se servían de la fuente llamada “El chorro de Quevedo” construida por los padres de la comunidad agustina, a falta de acueducto. Hoy no sólo se hallan a su alrededor cafés, salones de postres, bares y una que otra tienda en la que aún se produce y vende la típica chicha y miel, sino que es posible encontrar cuenteros y artesanos mostrando sus obras.

Edicion Revista HORIZONTES No. 003. Bogotá, D.C. Colombia. 2010 ISSN 2145-5023

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