Este es un recorrido por algunos de los destinos de la “Ruta Libertadora” de Colombia: Bogotá, Paipa, Puente de Boyacá, Tunja, Arauca…
La ruta libertadora es una forma didáctica de conocer los lugares más emblemáticos y representativos de Boyacá, que fueron protagonistas de la independencia de Colombia.
Cuando llegas a un destino ¿te has preguntado qué pudo haber pasado en ese lugar, siglos atrás? Es posible que algunos de esos acontecimientos hayan marcado la historia de una región o de un país entero, como ocurrió aquel 20 de julio de 1810 en la Casa del Florero de Santafé, capital de la Nueva Granada.
Era un día de mercado, la gente caminaba, deambulaba, se ocupaba de las compras, en fin. El incidente sucedió en el mejor almacén de la Calle Real, propiedad del español de apellido Llorente, quien se negó a prestar un florero al enterarse que era para un banquete en honor de un criollo ilustre.
Este incidente es conocido por todos como el "Grito de la Independencia", el que prendió la “llama” de la Campaña Libertadora. El plan de dejar de ser una colonia española tomó fuerza hasta que nueve años después se libró la batalla de Boyacá, luego de las muchas vicisitudes por las que tuvieron que pasar los soldados criollos.
Ya han transcurrido casi dos siglos desde que el ejército de Simón Bolívar inició la marcha en busca de la libertad de la Nueva Granada. Y este recorrido los llevó por cuatro regiones: Arauca, Casanare, Boyacá y Cundinamarca.
Son 25 municipios por los que pasó la “Ruta Libertadora”:
Pa en lengua muisca es varón, benefactor, señor o padre. Dos veces Pa debía significar patrón, gran señor o protector. Este municipio se destaca como uno de los principales centros turísticos de Boyacá, cuenta con varios sitios de hospedaje para todos los gustos y bolsillos, es epicentro de eventos en el transcurso del año, además hay algunos lugares históricos que puedes visitar. Está la Casona del Salitre que fue declarada monumento nacional en 1974, una construcción del siglo XVIII y en donde se hospedó Simón Bolívar durante su gesta libertadora.
Otro lugar que debes conocer, sin falta, es el monumento del Pantano de Vargas del escultor Rodrigo Arenas Betancourt y del ingeniero Guillermo González Zuleta. Es una escultura de bronce, acero y concreto de unas 235 toneladas que muestra 14 jinetes llaneros en sus cabalgaduras en plena lucha. Los 36 peldaños por los que hay que subir son en memoria a los 36 años que Simón Bolívar cumplió un día antes de la gran batalla libertadora.
Frente al monumento se ubica la Casa Vargas, aquella familia de 14 miembros que dieron todo su apoyo a los soldados criollos y que por ello los españoles los fusilaron uno a uno en el patio de la casa a donde se llega después de haber subido por 47 escalones pintados con los colores de la bandera de Colombia, como tributo a los años que tenía el libertador en el momento de su muerte.
Así como puedes hacer el recorrido histórico, también tienes la opción de realizar actividades extremas en medio de la naturaleza, disfrutar del beneficio de las aguas termales y degustar sus delicias gastronómicas: la almojábana, el pan de yuca, las colaciones, el masato, el kumis casero y el famoso queso Paipa.
Tunja o Hunza fue la antigua capital de los Chibchas, una de las ciudades más antiguas de América desde donde se ordenó la fundación de varios lugares del oriente y nororiente de Colombia, incluyendo Venezuela.
Los principales sitios históricos de la ciudad se concentran alrededor de la Plaza de Bolívar. Allí puedes visitar la Catedral Basílica Metropolitana Santiago de Tunja, la alcaldía mayor que fuera la casa del fundador de esta capital, el palacio de la Torre donde funciona la Gobernación, la Casa Museo Juan de castellanos y la academia Boyacense de Historia.
El Museo Casa del Fundador Gonzalo Suárez Rendón que tuvo gran protagonismo en la época colonial y republicana, es la joya arquitectónica más característica de las residencias particulares del siglo XVI, con sus escaleras enclaustradas, sus murales manieristas de fauna exótica en los salones del segundo piso, sus balcones y corredores que emanan historia patria.
La Catedral Basílica Metropolitana Santiago de Tunja, es la iglesia católica más antigua de Colombia y se caracteriza por tener una planta basilical compuesta por tres naves principales y cuatro capillas laterales menores.
Ya en el casco histórico encuentras varios templos como el Convento de Santa Clara la Real que fue el primero establecido en el Nuevo Reino de Granada y fue donde la escritora Francisca Josefa del Castillo escribió parte de su obra. Está conformado por ocho galerías con soportes octogonales, arcos de medio punto y columnas de piedra dórico-toscanas. Otro lugar que se destaca es la Iglesia de Santo Domingo con su estilo barroco y pinturas murales al temple del siglo XVI.
En Duitama tienes que conocer el Pueblito Boyacense, un conjunto residencial, construido en los años 90, de siete manzanas donde cada una muestra la réplica de la plaza principal de Villa de Leyva, Tibasosa, Tenza, Monguí, Ráquira, Sáchica y el Cocuy. El recorrido lo haces entre calles empedradas y angostas donde se ubican apartaestudios, viviendas, varios hoteles, locales comerciales y restaurantes.
En primera instancia vas a encontrar con una plazoleta que simula la plaza mayor de Villa de Leyva, rodeada de casas blancas con techos de barro. Luego se llega a Tenza representada con sus residencias de balcones verdes en madera de la época republicana; El Cocuy que incorpora su arquitectura colonial, simbolizando con sus colores verde y blanco el frailejón y la nieve de sus cimas; Sáchica caracterizada por sus construcciones de colores blanco y café y ventanas de madera; Ráquira que se destaca por el colorido de sus fachadas; la arquitectura de Monguí y Tibasosa con el verde oscuros de sus puertas y ventanas que resaltan sobre el fondo blanco de sus paredes.
De día o de noche, no puedes evitar dar un paseo por este centro histórico de la nación, ubicado en la población de Ventaquemada, donde se dio fin a la campaña libertadora. Entre el monumento Von Miller, la estatua de Francisco de Paula Santander, el Arco del Triunfo, el obelisco Victoria de Boyacá, la Plaza de Banderas, el monumento de Pedro Pascasio Martínez y entrar al Ciclorama.
Allí en el ciclorama, un mural circular de 700 metros cuadrados, se plasma el paso a paso de la campaña libertadora. La devastación y muerte de muchos de los soldados que pasaron por el Páramo de Pisba. Aquella mujer que disfrazada de hombre, Simona Amaya, comandó dos batallas y solo fue descubierta cuando sus hombres la auxiliaban al ser herida de muerte.
Esta es una historia de hombres y mujeres que gracias a su gran valentía, Colombia fue libre del yugo español. ¡Ah! por último, no hay que olvidar llevar a casa las famosas arepas boyacenses.
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