Avistamiento de ballenas
Ecolodge El Almejal
Colombia alberga miles de maravillas en su geografía, lo que hace que este país sea único en el planeta tierra y precisamente en este lugar nace el pacífico colombiano.
Un territorio ancestral de pueblos originarios como los en Emberá, los Wounann, Gunas y Awá entre otros. Un territorio donde la población Afrocolombiana sembró sus semillas y sus raíces hicieron fuerte. Éstos pueblos tejieron sus historias, se aferraron a sus tradiciones y cultura, crearon simbiosis con Los ecosistemas y en esta asociación íntima le dieron al mundo el sonido de la marimba y la guasá, las danzas, las historias, la gastronomía marcada por sabores únicos, le dieron al mundo un color diferente: el color de la resistencia y la lucha. El pacífico colombiano está bañado por el océano más grande y buena parte de la fauna marina lo escogió como hogar para vivir y prosperar. Tanto así que entre los meses de julio y noviembre las ballenas jorobadas viajan hasta este punto del mundo para dar a luz sus crías. Así como es en el agua lo es en la tierra, sus suelos fértiles, de selvas húmedas tropicales muchas veces impenetrables, de manglares y montañas guardan el jaguar, al caimán y hasta especies únicas como lo es la rana dardo dorada. El agua dulce como la sonrisa de sus habitantes es abundante, ríos extensos como el Atrato, el San Juan y el Baudó van cargados de vida recordándonos que todos somos pacífico.
No hay duda que es un lugar para conocer y reconocer, los sonidos y arrullos del pacífico alimentan el alma, la acarician y la enriquece de saberes. Todo en este lugar se vuelve una hermosa canción. Es muy poco lo que puede decirse en palabras sobre esta región colombiana, hay que visitarla con todos los sentidos y estar dispuestos a volver una y otra vez.