Ushuaia, capital de Tierra de Fuego, conforma el extremo de Argentina y con él, del continente americano. Por eso es la metrópoli más austral del globo (la chilena Puerto Williams, algo más meridional, no tiene categoría de ciudad). Y por eso también todo cuanto en ella existe lleva el sello del fin del mundo: el tren, la prisión, la estación de esquí… Más allá de su romanticismo, es una encantadora localidad rodeada de picos nevados, bosques, lagos de un azul cegador y la belleza espectral del Canal de Beagle, donde la posibilidad de navegar por las islas de los Pájaros, de los Lobos y el Faro Les Eclaireurs, no tiene precio.
DÓNDE DORMIR
Los Cauquenes, con vista al Canal de Beagle. Su Spa del Fin del Mundo ofrece gimnasio con vista al canal, masajes y tratamientos de belleza.
DÓNDE COMER
Kaupé, Roca 470. Para probar Centolla o Merluza Negra.
A un par de horas por carretera del Cabo de las Agujas, el punto más austral de África (aunque erróneamente se cree que es el Cabo de Buena Esperanza), la vibrante y cosmopolita Ciudad del Cabo, es otra de las metrópolis en las postrimerías del globo. Especialmente si la vista se extiende a la cima del Monte Mesa (1.086 m de altura), una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo, y desde donde se tiene la mejor panorámica de esta ciudad sudafricana. A sus pies se despliega un destino con naturaleza apabullante, una localización única, una refinada gastronomía y cultura vitivinícola, un clima templado a lo largo de todo el año y decenas de creadores y estilistas que compiten para dejar su impronta en hoteles y restaurantes.
DÓNDE DORMIR
Grootbos Hotel, a las afueras de Gansbaai. Villas con todo tipo de lujos y una vista increíble a la reserva de Walker Bay.
DÓNDE COMER
The Round House. Ubicado en la playa de Camps Bay ofrece la posibilidad de tomar aperitivos en una terraza con una imponente vista sobre Los Doce Apóstoles.
theroundhouserestaurant.com/
Fue el Capitán James Cook el primer europeo en divisar la isla, pero pensó que era simplemente el cabo más meridional de Nueva Zelanda y lo llamó Cabo Sur. Corría el año 1770 y habría que esperar hasta principios del siglo XIX para que los navegantes y balleneros europeos se diesen cuenta de que era una isla. Así fue como se puso definitivamente a este territorio insular en el mapa mundi, y lo llamaron Stewart en honor al cartógrafo William Stewart, el primero que realizó en 1808 una carta de navegación de la isla.
Emplazada a 30 kilómetros de la Isla Sur de Nueva Zelanda, es famosa por sus auroras boreales y por sus aves exóticas, entre ellas los célebres kiwis -a los que más que ver se les intuye-, y los kakapos, que son los loros más grandes del mundo.
Su único pueblo es Obán, hogar de la mayor parte de la población local. El resto de la isla es zona de conservación y forma parte del Parque Nacional de Rakuira que cubre el 85% del territorio.
Para quienes gustan de aventura, algunos tours operadores ofrecen cruceros con guías de naturaleza alrededor de la isla para avistar ballenas, delfines y focas. También se puede explorar a través de rutas de senderismo tanto para principiantes como para expertos.
DÓNDE DORMIR
Stewart Island Lodge: Para descansar en medio del bosque.
Es el principal asentamiento humano de Spitsbergen, la mayor de las islas que forman el archipiélago de las Svalbard, uno de los lugares más septentrionales del globo. Solo los archipiélagos rusos de Franz Joseph Land y Severnaya Zemlia, al este, y el extremo norte de Groenlandia y las islas más al norte de Canadá, al oeste, alcanzan parecida latitud, más de 78 grados al norte del Ecuador.
No es un lugar fácil para vivir. En verano, el sol permanece en el cielo las 24 horas del día desde el 19 de abril hasta el 23 de agosto, pero las temperaturas no sobrepasan los 10 grados sobre cero. En invierno, el sol desaparece por completo desde el 26 de octubre hasta el 16 de febrero, la larga noche polar, y los termómetros pueden alcanzar cifras extremas, por debajo de los 40 grados bajo cero, excepto en la costa, donde la corriente marina del Golfo suaviza el clima.
Un dato curioso es que en Longyearbyen está prohibido nacer -las embarazadas deben dar a luz en el continente- y se podría decir que morir, porque la ley obliga a que no haya entierros en las Svalbard. Actualmente viven en Longyearbyen 2.075 habitantes y unos 3.000 osos polares.
DÓNDE DORMIR
Radisson Blu Polar Hotel Spitsbergen. Para disfrutar de especialidades árticas en su restaurante Nasen.
CÓMO LLEGAR
En avión desde las ciudades de Tromso y Oslo. Los vuelos no son diarios y los precios varían dependiendo de la época e incluso de la semana.
Geográficamente, no debería incluirse en el fin del mundo. Ubicada tan solo a 128 kilómetros de la frontera con Corea del Norte, es una de las ciudades ubicadas en el extremo más oriental de Rusia. Antes de la Segunda Guerra Mundial fue un centro comercial floreciente y multicultural, pero la ciudad permaneció cerrada a los extranjeros de 1958 a 1990. Hoy es una ciudad en donde se fusiona lo antiguo con lo moderno. De hecho, aquí es la meta del mítico Transiberiano.
Más allá de su pasado soviético, ahora la ciudad cuenta con un emblemático puente - El Russki – que la une con Dónde dormir DÓNDE COMER Hotel Hyundai. Para complementar el descanso con un masaje en su moderno y lujoso spa. Fusión. Para disfrutar lo mejor de la gastronomía del Cáucaso. También se puede acudir a los chifankis, para almorzar comida china adaptada a los paladares europeos a buen precio. Puente Russky. la cercana isla Russky, un moderno funicular, cafés con encanto, un submarino convertido en museo, un auditorio filarmónico, mercado chino y noches de desenfreno en un sinnúmero de casas de cerveza… a casi 10.000 kilómetros de la capital del país.
Una vez allí, hay que animarse a subir las escaleras que conducen al monte Nido de Águila, también accesible en funicular, un viejo volcán extinto situado en pleno centro, para tener la mejor vista… toda la ciudad antigua, los muelles que se siguen uno tras otro, los barcos que llegan y que salen. Hasta podrá percibir, del otro lado del Golfo del Amur, la cadena montañosa que bordea la frontera china y Corea del Norte.
DÓNDE DORMIR
Hotel Hyundai. Para complementar el descanso con un masaje en su moderno y lujoso spa.
DÓNDE COMER
Fusión. Para disfrutar lo mejor de la gastronomía del Cáucaso.
También se puede acudir a los chifankis, para almorzar comida china adaptada a los paladares europeos a buen precio.
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