Las fechas seleccionadas corresponden para el mismo día, por politicas del servicio uno de nuestros asesores lo asistirá personalmente.
Ver otras fechasEn octubre del año pasado Machu Picchu fue designado el destino turístico 2015 por National Geographic. Y si bien son muchos los turistas que se aprestan a viajar o a regresar a la Ciudadela incaica, es claro que la grandeza de esa maravilla del mundo es solo el destino final de un recorrido que inicia en la colonial Cusco, pasando por el Valle Sagrado hasta Aguas Calientes, y en el cual los destellos del imperio Inca aún siguen vigentes.
Cusco es la ciudad más antigua de América, capital histórica del país, centro del imperio Inca y una de las más importantes del Virreinato del Perú. Bautizada como la Roma de América, sus invaluables tesoros arquitectónicos la llevaron a ser distinguida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1983.
Por la cantidad de lugares turísticos que ofrece esta ciudad, es un error no dedicarle al menos tres días para recorrerla. Un buen lugar para iniciar esta travesía puede ser la Plaza de Armas, donde se concentra gran parte de su historia. No hay que olvidar que fue el centro del Imperio Inca y allí se construyeron, en un principio, portentosos palacios para sus personajes más importantes (Pachacútec, Huiracocha, Túpac Yupanqui), construcciones sobre las cuales los conquistadores españoles levantaron los principales templos de la ciudad y algunas de las casonas que en la actualidad se han convertido en cafés, boutiques, pubs y modernos restaurantes.
El recorrido puede continuar por el barrio San Blas, un tradicional lugar de artesanos ubicado entre calles retorcidas y empinadas, donde puede encontrar desde joyas elaboradas en plata, réplicas de pinturas cuzqueñas, figuras talladas en madera, hasta los más creativos tejidos andinos.
Si el tiempo lo permite, aproveche para visitar algunos museos donde palpará en objetos reales la magnitud de la creación de una de las más importantes civilizaciones de América. El Museo de Arte Precolombino, el Museo Arqueológico de Koricancha y el Museo Histórico Regional, son una buena opción para acercarse al pasado milenario de esta ciudad que en sí misma es como un museo rebosante de vida.
Para apreciar construcciones incaicas vírgenes, hay que alejarse unos minutos de la ciudad de Cusco y dirigirse por la ruta que conduce a Pisac. Allí podrá visitar Qenqo (Santuario distinguido por sus galerías subterráneas y su anfiteatro), Puca Pucara (construcción militar y lugar de abastecimiento para los viajeros de aquel entonces) y por último, antes de llegar a Pisac, Tambomachay donde encontrará vertientes que rinden culto al agua.
Otro de los lugares emblemáticos de la zona y a donde muchos operadores turísticos ofrecen tours de un día es el pueblo de Ollantaytambo. Según la leyenda, esta fortaleza perteneció a un gran señor llamado Ollantay que se enamoró de la princesa Cusi Coyllor, hija del inca Pachacuteq quien no estaba de acuerdo con dicha relación debido a que el pretendiente no tenía linaje inca y por lo cual decidió enviar a la princesa a la casa de las vírgenes escogidas. Ollantay insistió y fue a buscar a su amada al convento donde fue sorprendido, pero logró huir; luego regresó a su fortaleza y se reveló contra el Inca. Tras una dura resistencia la fortaleza fue tomada y Ollantay cae prisionero. Finalmente el Inca Pachacuteq demostró su generosidad perdonando la vida de Ollantay.
La ubicación de Ollantaytambo es estratégica ya que si bien para muchos es el punto final del Valle Sagrado, también se considera la puerta de ingreso al santuario de Machu Picchu, donde se tienen dos opciones: tomar el tren (Existen dos compañías) o a pie por el denominado Camino del Inca.
Muy cerca de allí se encuentra Urubamba, donde se ofrecen diferentes alternativas de deportes de aventura como el canotaje, el ciclismo de alta montaña, parapente y paseos en globo aerostático. Otra cara la presenta su vecino Chichero, pueblo que una vez fue la hacienda real de Tupac Inca Yupanqui. Su atractivo reside, especialmente, en su mercado dominical, escenario vivo del trueque de papas, hojas de coca, maíz y frutas que se entremezclan con delicados tejidos de alpaca o llama. Desde Chinchero se puede acceder a la bella laguna de Huaypo y al pueblo de Piuray… un recorrido que se convierte en el perfecto preámbulo para la visita a esa ciudadela ceremonial que, enclavada a 2.500 metros, aún no ha revelado todos sus misterios.
Para quienes no tiene la paciencia y mucho menos el tiempo para alcanzar este magnífico enclave a través de la ruta de varios días desde Cusco y atravesando el Valle Sagrado, existe una alternativa más rápida: tomar el tren que desde Cusco lleva al pueblo de Aguas Calientes, ubicado a solo seis kilómetros de Machu Picchu.
Al visitar este lugar es recomendable contar con un tiempo mínimo de tres días, lo que permitirá hacer un breve recorrido por el poblado y madrugar al día siguiente al parque, regresar de nuevo al pueblo y al tercer día retornar a Cusco.
Actualmente existen dos compañías de tren que operan esta ruta, las cuales tienen diferentes servicios y variables. En ambos casos el viajero debe dirigirse en taxi o bus a la estación de partida del tren elegido. Las tarifas varían según el tipo de tren, el destino del viaje, la ruta, la fecha y horarios. Para obtener información sobre tarifas, debe ingresar a Perurail o a Incarail.
De todas formas una vez en Aguas Calientes, lo mejor es levantarse temprano, de madrugada, y esperar el autobús que en menos de 20 minutos lo dejará a las puertas de la ciudadela Inca.
El ingreso de los visitantes al sitio arqueológico es desde las 7.00 a.m. hasta las 4:00 p.m. y el horario de salida hasta las 6:00 p.m. No hay que olvidar que Machu Picchu cuenta con una capacidad de 2.500 visitantes por día.
El primer bus de ascenso sale a las 5.30a.m. y parten cada 15 minutos. El trayecto hasta la cima dura aproximadamente 15 minutos.
Para los más valientes, otra forma de ascender a Machu Picchu es a pie Claro, es recomendable sólo si el visitante se encuentra en muy buen estado físico y si tiene el tiempo suficiente para hacerlo. La subida caminando puede tomar una hora y la pendiente es muy empinada. En el caso de optar por realizar uno de los dos trayectos a pie, le sugerimos hacerlo al regreso (de bajada) ya que es factible que al subir caminando termine el recorrido de subida cansado sin tanta energía para recorrer la extensa ciudadela de Machu Picchu.
Luego de una larga caminata, una buena opción para terminar el día es disfrutar de los termales del pueblo. El sendero que conduce de Aguas Calientes a los termales es empinado pero con escaleras, lo que hace más fácil la caminata. En el transcurso del viaje podrá observar los hospedajes, pubs, y restaurantes que se encuentran a los costados del camino.
Quienes prefieran seguir el itinerario clásico, el Camino del Inca se apega a la vía empedrada del siglo XV y permite alcanzar la ciudadela como los antiguos incas en un tiempo de cuatro días. El recorrido por este camino andino es una experiencia inolvidable. Está rodeado con bloques de roca y cuenta con escaleras, túneles y puentes de madera que atraviesan ríos, valles templados, la tibia selva nublada y las frías alturas andinas. Es recomendable hacer la reserva con 3 o 4 meses de anticipación como mínimo, ya que hay un máximo de 500 cupos por día que incluye viajeros, guías y porteadores.
El permiso para realizar el Camino y la entrada a Machu Picchu se tramitan a través del Instituto de Cultura en Cusco o en Aguas Calientes.
En AVIATUR.com encuentre tiquetes baratos, hoteles, autos, paquetes turísticos, cruceros y mucho más. Reserve ahora, vuelos económicos a destinos nacionales e internacionales.