El Festival de Glastonbury es considerado el evento de música al aire libre más grande del mundo, que reúne a más de 100 mil personas cada año durante tres días el último fin de semana de junio en la granja de Michael Eavis, ubicada en Pilton, Somerset en Inglaterra.
Participar en este festival implica comprar los tiquetes de entrada desde octubre del año anterior, emprender para muchos un largo viaje, hacer una fila interminable para el ingreso. Pero una vez estás adentro de la granja te sentirás en un ambiente de diversión y fantasía ¡qué no vas a querer volver al mundo real!
Debes llevar tu carpa y todo lo necesario para la estancia, entre ello una botas pantaneras que son muy necesarias en caso de lluvia porque el terreno se vuelve pantanoso. Muchos aprovechan para hacer todo un festival del barro.
Y sin importar el tiempo que haga en este poblado montado solamente para este evento, los asistentes -grandes y chicos- simplemente disfrutan sin parar, probando los diferentes menús que venden en más de 400 casetas destinadas para la venta de comidas y bebidas, yendo al parque de diversiones, que cada año siempre tiene algo nuevo por mostrar, participando en las carpas temáticas, y sin falta hay que asistir a los conciertos de los artistas invitados, quienes, sin lugar a dudas son los protagonistas de este festival.
La organización cuenta con un “batallón” de voluntarios quienes a cambio tienen la entrada, el transporte y la comida gratis. Otros por su trabajo reciben donaciones para sus organizaciones benéficas y así hay más grupos que cumplen con el resto de las operaciones logísticas que han hecho que este evento se haya convertido en el atractivo principal de Glastonbury.
Este festival comenzó en 1970 cuando estaba en pleno furor el movimiento hippie a nivel mundial. Esta tendencia aún se conserva en el área “Green Fields” donde te puedes relajar acostado en el césped, disfrutar de comida orgánica, participar en bailes, rituales, masajes y eventos relajantes.
Para este evento hay 20 áreas, cada una con su atracción especial, por lo que debes aprovechar cada minuto que estás allí como por ejemplo ser uno de los espectadores en “Pyramid Stage”, que es el escenario principal y donde se presentan los grupos y artistas de renombre internacional como Adele, Coldplay, Muse, LCD Soundsystem, New Order, Katy Perry, Lorde, Solange, Royal Blood…
En el escenario The Other Stage también se presentan artistas que muestran lo mejor de sí, como Iggy Pop, Oasis, Blur, The Chemical Brothers. En Theatre & Circus hay solo entretenimiento, con un total de 1500 shows, que si quieres te puedes quedar allí un día entero.
Arcadía atrae por su gigantesca araña mecánica que escupe fuego, así mismo encontrarás qué hacer en Shangai La, The Park, Block 9, Glasto Latino y en Silver Hayes. También debes estar pendiente para disfrutar del show de los fuegos pirotécnicos.
Glastonbury ofrece varios festivales en medio de una infraestructura bien montada con carros viejos, pedazos de aviones, barco de piratas, la réplica en miniatura de Stone Age, carpas de circos, sitios temáticos, estructuras que semejan animales, pirámides… a donde se llega a ser parte de una variedad de experiencias musicales y divertidas en tiempo récord.
Si dispones de más tiempo te recomendamos dar un paseo por los atractivos de este poblado. Inicia subiendo a la Colina de Glastonbury o Isla Avalón que se yergue sobre la llanura con su forma cónica y terrazas simétricas y en cuya cima se encuentra las ruinas de un antiguo monasterio.
Para los celtas este lugar tenía un valor espiritual y mágico en el que se comunicaba la realidad con el más allá, que podría ser el país de las hadas a donde, según la leyenda allí fue llevado Arturo moribundo, por su hermana Morgana, ya que este era un sitio de sanación.
En el museo del pueblo encuentras colecciones del Siglo XVI, una maqueta de lo que fue la abadía, ahora en ruinas. También hay actividades lúdicas para niños y si asistes a la charla de alguno de los guías entenderás muchos detalles de la historia milenaria de esta región.
También pasa por el jardín de hierbas y el antiguo comedor de los monjes, por el edificio del Tribunal, donde funciona la oficina de turismo del pueblo y el Pozo del Cáliz o Chalice Wells, uno de los pozos más antiguos de Gran Bretaña.
Y antes del regreso dale gusto al paladar en una de las tres panaderías “Burns the Bread”, donde encuentras panes en diferentes presentaciones, sándwiches, hojaldres, pasteles, muffins y la bebida de tu preferencia.
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