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Ver otras fechasBután es un gran desconocido para el turismo. Consciente de que la afluencia irrestricta de turistas podía incidir negativamente en la cultura peculiar del país, el gobierno adoptó una política turística de “alto valor y bajo volumen” para controlar el tipo y la cantidad de turistas desde un comienzo.
Hoy Bután es un destino para viajes organizados, ya que el gobierno actual trata de limitar la entrada solo a turistas que estén dispuestos a gastar varios dólares al día. Es el único país del mundo que mide su progreso según la FIB (Felicidad Interior Bruta) en lugar del habitual PIB (Producto Interno Bruto).
Su pequeño tamaño, su situación entre las montañas del Himalaya y la presencia de sus vecinos (India y China) han derivado en un cierto aislamiento del país. Es más, sólo hasta 1999 llegó la televisión y desde 2004 está prohibida la venta de tabaco.
En octubre del 2011, Bután, “el país de la Felicidad”, abrió la puerta al fin de la poligamia. Su rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, de 31 años, se casó con Jetsun Pema, luego que anunciara al Parlamento unos meses antes su decisión de ser monógamo. Un cambio considerable en la cultura de esa nación que ha intentado preservar sus tradiciones budistas ancestrales, si se tiene en cuenta que el anterior soberano, Jigme Singye Wangchuck, que reinó desde 1972 hasta 2006, contrajo matrimonio en 1979 con cuatro hermanas: Ashi Dorji Wangmo, Ashi Tshering Pem, Ashi Tshering Yangdon y Ashi Sangay Choden, hijas de Yab Ugyen Dorji, un descendiente del que se considera fundador y unificador del territorio del actual Bután, Zhabdrung Ngawang Namgyal.
Pero en ocasión de su abdicación en 2006 en favor de su hijo, Jigme Singye Wangchuck, el cuarto Monarca anunció que el futuro soberano, que fue coronado en 2008, no debía hacer pesar al país el costo de mantener varias esposas. Por eso si bien las cuatro esposas de su padre jamás vivieron con el ex soberano, hoy la pareja real de Bután vive bajo un mismo techo.
Thimpu es la capital de Bután, la única en el mundo que no tiene semáforos. Allí predomina un ambiente detenido en el tiempo y un patrimonio cultural y arquitectónico religioso que la hacen describir como un lugar místico y espiritual, por cuenta de su gran cantidad de monasterios.
El Tashichhoedzong o la fortaleza de la gloriosa religión y el Memorial Chorten, son algunos de los antiguos sitios que merecen una visita. Entre las atracciones modernas que vale la pena conocer están la Escuela de Artes y Oficios, el mercado de fin de semana, el Estadio multiusos Changlimithang y el Instituto Nacional de Medicina Tradicional.
Es importante conocer, además, el Palacio Dechencholing, que es la residencia oficial del rey; el Dzong Simtoka, el Monasterio Dechen Phodrang y los monasterios de Dechenphu, Tango y Cheri situados en los alrededores de la ciudad, entre otros lugares.
En esta ciudad se encuentra el único aeropuerto internacional de Bután. Allí están ubicados el Museo Nacional y el famoso Monasterio Taktshang, conocido también como “El Nido del Tigre”. Su emplazamiento resulta un tanto sorprendente ya que fue construido en lo alto de una roca a más de 3.000 metros de altura. El mismo resulta una gran atracción entre los viajeros, ya que se muestra colgando sobre un precipicio casi vertical de unos 800 metros, y donde sólo es posible acceder a lomo de mula o caminando.
El valle de Bumthang, que comprende en realidad cuatro valles -Chume, Choekor, Tang y Ura - escalonados entre los 2.600 y los 4.000 metros de altura, presenta una impresionante concentración de dzongs (fortalezas- monasterio) y templos que hay que visitar. Al igual que el Kyichu Lhakhang de la región de Paro, el Jampey Lhakhang forma parte de los primeros templos construidos en Bután por el rey tibetano Songtsen Gampo en el siglo VII. El Dzong de Jakar es el templo más grande del país.
Una visita infaltable es al Santuario Sakteng, la única reserva en el mundo creada específicamente para proteger el hábitat del yeti, conocido en Bután como migoi, que se diferencia del yeti himalayo por estar cubierto de un pelo rojizo (y no blanco). Se dice que tiene el poder de hacerse invisible; de ahí que apenas haya sido visto.
Está situado en la estribación sur del Himalaya, encajado entre China e India. Su superficie lo relega a ser un pequeño país más, pero bate todos los récords con su altitud y paisajes. De hecho posee las montañas más altas del mundo, entre las que se encuentran el monte Everest y el Annapurna. Además de sus cuatro cordilleras montañosas -Churia, Mahabharat, Himalaya y Tíbet-, Nepal cuenta con amplias llanuras al sur, fértiles valles en su región central y desiertos de gran altitud al norte.
En arquitectura se destacan las pagodas, que son templos de varios pisos con tejados superpuestos. También están las Estupas, lugares sagrados de gran tamaño que guardan las reliquias de los dioses. Los shikaras, por su parte, están construidos sobre una base cuadrada, en las que el peso del edificio es soportado por pilares.
A lo largo de las vías públicas de algunas de sus ciudades resuenan cánticos, himnos tántricos esotéricos y música popular producida en ocasiones por un saringhi de cuatro cuerdas o por notas de una flauta.
La religión es el alma del pueblo. Aunque oficialmente Nepal es un país hindú, en la práctica la nación presenta una mezcla de creencias hindúes y budistas a las que se añade un panteón de divinidades tántricas. El esto de la población que no profesa ni el budismo ni el hinduismo se decanta por las creencias musulmana, cristiana o chamanista.
La gastronomía de Nepal consiste básicamente en el dhal bhat tarkari, una combinación de sopa de lentejas, arroz y verduras con curry. No obstante, Nepal se ha adaptado con facilidad a los gustos occidentales, hecho palpable en los menús que ofrecen ciudades como Kathmandú: tacos mexicanos, sukiyaki japonés, chocolate tailandés, melcochas chinas, sopa milanesa, borsch (sopa de remolacha eslava), quiches y hamburguesas de soja. Para acompañar alguna o cada una de estas propuestas, se recomienda probar una lassi, cerveza local mezcla de cuajada y agua, o una chang, cerveza himalaya a base de cebada.
El fútbol es el deporte más popular, seguido del críquet y el kabaddi. La poligamia (matrimonios múltiples) está prohibida por ley, pese a que en las aldeas más remotas entre las tribus del norte (como los Dolpo), se encuentran casos de poliandria (una mujer con varios hombres)
Es la capital y mayor metrópoli del país y está ubicada en el valle del mismo nombre, del cual también hacen parte las ciudades de Patan y Bhaktapur.
En el corazón de la ciudad se encuentra la Plaza Durbar, rodeada por palacios y templos entre los que se encuentra el Kasthamandap o Casa de Madera. Esta plaza es el lugar más popular de los declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en todo Nepal. No obstante, esta clase de plazas, que comparten el mismo nombre, se encuentran siempre en frente de los palacios reales antiguos en las ciudades que conforman el Valle de Kathmandú.
Durante su recorrido no se debe dejar fuera del itinerario la visita a templos budistas como el Swayambunath, popularmente conocido como el Templo de los Monos, la enorme estupa budista de Boudhanath y el templo hinduista de Pashupatinath donde el turista puede ser testigo, si madruga, de las ceremonias de cremación en el sagrado río Bagmati.
También conocida como Lalitpur o la ciudad de los techos de oro. Entre sus atractivos turísticos se encuentra su Plaza Durbar, declarada Patrimonio de la Humanidad, la cual acoge un conjunto arquitectónico de esculturas talladas en piedra y monasterios.
Igualmente están el Palacio Real y el templo Jagannarayan, cuyos techos están surtidos de esculturas en diversas posturas sexuales. A corta distancia a pie, en dirección norte desde la plaza, yace el Templo Dorado, un monasterio budista custodiado por tortugas sagradas que deambulan por el patio, y el Kumbeshwar, que data de 1392 y está considerado el templo más antiguo de Patan.
Otro templo destacado es el dedicado a la Diosa Real Taleju Bhavani, construido en 1549 bajo el reinado de Mahendra Malla, el cual tiene una altura de 35 metros. En Patan el estilo artístico incorporado desde la India resulta notable en el templo de Krishna Mandir, esculpido en piedra y construido en 1637 por el Rey Siddhi Narsingha Malla.
El Templo de los Mil Budas o Mahabondha, que data de finales del siglo XVI y que cuenta con una imagen de Buda en cada uno de los ladrillos que integra el edificio, es otro lugar infaltable en una visita a Patan.
Otro punto de interés de esta ciudad es el único zoológico del país, que alberga una variedad considerable de rinocerontes, tigres, leopardos y aves. A las puertas del parque suelen reunirse adivinos y tarotistas que incluso dicen pueden identificar en qué animal reencarnará el viajero. Las alfombras tibetanas se adquieren en Jawlakhel, al este de la población.
Puede considerarse la más medieval de las tres urbes principales del valle de Kathmandú. A pesar de su reciente desarrollo, conserva un marcado aire de perpetuidad gracias a su arquitectura de finales del siglo XVII. Al llegar a Bhaktapur los turistas se encuentran con una ciudad amurallada y edificada en forma de triángulo formado por los tres templos del dios Ganesh. Al recorrer sus calles se puede percibir una atmósfera particular por la presencia de numerosos puestos de artesanos. En el centro de la ciudad está su Plaza Durbar, cuyo alrededor está enmarcado por templos como el Bhairabnath, el Batsala o el Templo de Nyatapola que se destaca como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura nepalí.
En Bhaktapur también se pueden admirar las originales y coloridas pinturas de animales de la Galería Nacional de Arte, ubicada en el antiguo Palacio Malla. Otros museos son el Museo Nacional de Artesanía de Madera, que expone ejemplares de tallas Newari (por las que la ciudad es conocida) y el Museo de Latón y Bronce, ambos en la Plaza Dattatreya.
Otro edificio que es el fiel reflejo del estilo nepalí es el Palacio de las Cincuenta y Cinco Ventanas, que fue Palacio Real, construido en 1427 por artesanos newars. En su diseño se aprecian balcones y numerosas ventanas (55) que lucen un armonioso tallado.
Otra plaza que posee la ciudad es la de Tachupal Tole, que adquiere un fuerte interés turístico y cultural por su antiguo Templo de Dattatreya, rodeado de una serie de construcciones medievales.
Además de las visitas a los templos, merece la pena observar con detalle los rituales de la vida cotidiana: la colocación del grano para su secado al sol, las familias recogiendo agua o lavando en pilas comunales, los niños jugando, los hilos entintados balanceándose con la brisa o los alfareros trabajando.
Su privilegiado emplazamiento junto al lago Phewa Tal, entre impresionantes cataratas y montañas nevadas, hacen de esta ciudad la segunda en afluencia de turistas en Nepal. Y es que Pokhara ofrece escenarios ideales para practicar todo tipo de actividades al aire libre, tales como parapente, rafting, rutas en bicicleta o a caballo, y caminatas como la excursión hasta la Pagoda de la Paz Mundial, situada en una montaña desde cuya cima puede apreciarse una hermosa vista de la ciudad.
La urbe, también llamada “La Suiza de Nepal”, está rodeada por los picos de las montañas de Annapurna y Machapuchare, de ahí que sea tomada como punto de partida y llegada para algunos de los más populares caminos de senderismo de Nepal.
Otros lugares para visitar son los templos en Bindhyabasini y el Bhimsen. Un templo más, el Barahi, está situado en una isla en el Lago Phewa. Es accesible sólo a través de barcos que se encuentran disponibles en las orillas del lago.La forma más sencilla de llegar a Phokara es desde Kathmandú en autobuses que unen ambas ciudades en un trayecto que puede durar seis u ocho horas, en función del estado de las carreteras.
Cómo llegar a Nepal
Desde Bogotá vía Miami se puede llegar inicialmente a París con American Airlines, aerolínea que cuenta con vuelos diarios. Desde allí el viajero puede tomar un vuelo hacia Kathmandú a través de aerolineas como Qatar Airwais, Air India, Oman Air. Otra ruta la ofrece la aerolinea Air France en vuelo directo Bogotá- París, conectando por Guangzhou, Bangkok o Hong Kong.
Los colombianos que viajen a Nepal requieren visa la cual se obtiene a la llegada mediante un operador de servicios. (Por favor verifique su documentación antes de viajar con su asesor de confianza).
Dónde dormir
Kathmandú ofrece hoteles de estándar internacional y una amplia oferta de hostales o albergues, sobre todo en la zona antigua de la ciudad. Hay albergues en las afueras de los pueblos que ofrecen un alojamiento apropiado para montañistas y senderistas.
Qué comer
El thukpa: sopa de fideos tibetana que se acompaña con verduras o con carne de búfalo o yak.
El tsampa: sopa de harina, una especie de papilla, con sabor a carne.
En el concepto occidental Tibet puede referirse a Región Autónoma del Tibet o RAT (una subdivisión administrativa de la República Popular China), o al Tibet histórico que consiste en las provincias de Amdo, Kham y Ü-Tsang.Si bien tiene 1.211.000 kilómetros cuadrados, en el Tibet apenas habitan 4,1 millones de personas.No obstante, es el destino ideal para los más espiritualistas y uno de los lugares más misteriosos del planeta.
La naturaleza es uno de sus grandes atractivos: En sus altas cumbres nacen ríos como el Brahmaputra, el Yangtsé o el Indu; sus montañas superan los 6.000 o 7.000 metros de altitud, como el Chomo Langma (Monte Everest), con 8.848 metros o el Namzha Parwa con 7.756 metros.El Tibet es un país invadido por China desde 1950 y desde 1959 su gobierno, encabezado por el decimocuarto Dalai Lama, se ha mantenido en el exilio en Dharamsala, al norte de la India.
Es uno de los destinos más místicos entre los viajeros que se han volcado al turismo cultural y que se dedican Plaza Barkhor - Lhasa a recorrer culturas milenarias. Se encuentra ubicada en el valle del río Ki-chu, a 3.600 metros de altitud, lo que la convierte en la capital más alta del mundo (superando, incluso a La Paz en Bolivia).
La capital del Tibet presenta un aspecto contradictorio. La parte china, con aspecto de ciudad occidental avanzada con sus centros comerciales y tiendas de marca, difiere del sector tibetano, que aún conserva su carácter tradicional, su red de callejuelas y mercadillos ambulantes.
Uno de sus mayores atractivos es el palacio del Potala, construido en el siglo XVII por el quinto Dalai- Lama, el cual alberga más de 1.000 habitaciones y que hoy cumple funciones de museo, con sólo los últimos tres pisos abiertos al público.
En el casco antiguo está el templo de Jokhang, construido en el año 640 para albergar la imagen del Buda Sakyamuni, que sigue siendo la más venerada del país y el motivo de largos peregrinajes. En su interior se forman largas colas de fieles para recibir la bendición. A su alrededor está la plaza Barkhor, donde los tibetanos de todas las edades se congregan para orar con verdadera devoción.
Los Monasterios Ganden y Samye están a unos 60 kilómetros aproximadamente. El primero fue levantado a 4.500 metros de altitud en el año 1409 por una de las sectas reformistas cuyo color simbólico originó su nombre “sombreros amarillos”. El Monasterio de Samye es el templo budista más antiguo del Tibet, construido a fines del siglo VIII, fundado por Padmasambhava.
Un viaje recomendado es el que une Lhasa con Shigatze, la segunda ciudad más importante del Tibet, a través de una carretera que permite el acceso al valle del Yarlung-Zangho. Es en esta ciudad donde se localiza desde el siglo XV el Monasterio de Tashi Lumpo. En él desarrollan su vida religiosa unos 600 monjes y el complejo podría compararse a una pequeña ciudad o fortaleza que además alberga las pagodas funerarias de los Panchen Lama, la segunda autoridad religiosa más importante del país.
No hay que dejar de visitar la ciudad de Gyantse, alguna vez la tercera más importante en el Tibet, gracias a su ubicación estratégica en medio de la ruta comercial que unía la India con Sikkim y Bután.
Allí se puede visitar el Monasterio Baijú, también llamado Palkhor, cuya construcción data de 1365 y en donde llegaron a vivir hasta 1.000 monjes budistas. En el centro del complejo se encuentra una pieza única de arquitectura tibetana: el Chorten Kumbum, que data del año 1414. En este lugar los peregrinos van con sus ruedas de oración y rosarios dando vueltas a su alrededor una y otra vez.
Cómo llegar al Tibet
El gobierno chino exige que todos los turistas extranjeros (que no sean ciudadanos chinos), incluso taiwaneses y ciudadanos chinos residentes en el extranjero (con la excepción de los residentes de las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao con pasaporte SAR chino o permisos de visita) soliciten el permiso de entrada al Tibet para turistas extranjeros que expide el TTB (Oficina de Turismo del Tibet) antes de viajar. Los periodistas y diplomáticos extranjeros no pueden entrar como turistas.
Los grupos de viajes organizados procedentes del extranjero pueden solicitar el permiso especial de entrada al Tibet al TTB o a cualquiera de sus oficinas en las diversas regiones a través de la agencia de viajes.
• Desde Pekin se puede tomar un vuelo hasta la ciudad de Lhasa vía Air China.
Gastronomía.
En los restaurantes de Lhasa o Shigatse pueden degustarse el tsampa, las salchichas de cordero, lengua de yak, bollitos al vapor, carne de ternera seca, xiapuqing (carne picada de cordero o vacuno), té con manteca, cerveza local, entre otros. Otros platos más elaborados son, por ejemplo, el thug-pa (sopa de verduras, carne y pasta) y los momos (pasta con forma de ravioli rellena de carne o verdura, hechos al vapor), así como los khabse (galletas).
Moneda y cambio: Renminbi, generalmente llamado yuan.
Costumbres: Nunca tome fotos de una persona del Tibet sin antes haberle pedido permiso. No camine sobre la sombra de un Lama.
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