Compartir en Facebook
Compartir en Twitter

Mercados del mundo

Una maraña de colores, formas, materiales, sonidos, olores y sabores se entremezclan en los mercados, bazares, zocos o templos del regateo. Entornos únicos que todo viajero debe visitar si quiere descubrir la esencia de la cotidianidad popular.

Gran Bazar, Estambul

Si creciste con la nostalgia de no tener una lámpara de Aladino o una alfombra mágica en casa, tal vez debas visitar el Gran Bazar, en Estambul. Cuenta con más de 4 mil puestos, lo que lo convierte en un gigantesco mercado a nivel mundial. Es reconocido porque comercializa una gran cantidad de alimentos, especias y comida turca, además que es famoso porque se pueden adquirir alfombras, lámparas y joyas de muy buena calidad. No obstante los precios cambian en cada pasillo, por ende el desafío aquí es el regateo. Eso sí, si crees que te hiciste a una ganga, es mejor que no sonrías demasiado. Aquí se nace con oficio. Así lo demuestran los 20 mil vendedores que se desafían en cada puesto para cautivar a quien llega con los ojos fuera de sus órbitas y con unos cuantos billetes entre el bolsillo.

El Gran Bazar está situado en Beyazit y abre de lunes a sábado de 8:30 a.m. a 6:30 p.m. Para llegar hasta allí, toma el tranvía hasta la parada de Beyazit y desde allí seguir las indicaciones para ir a pie.

Camden, Londres

Es uno de los puntos más concurridos de la ciudad después del Museo Británico. Puedes encontrar diversos puestos de comida, mercados y locales de artesanías y productos de segunda mano. Y si buscas productos originales y de diseño, así como importados de India, Asia y África ¡Este es el lugar!

Está divido en tres grandes zonas: Los mercados situados en Camden High Street (Buck Street Market, Electric Ballroom, Inverness Street Market), Camden Lock Market, Stables Market y Camden Lock Village. Cada uno con identidad propia.

Recuerda que durante los fines de semana pasan más de 100.000 personas por allí, así que vete haciendo pausas en sus muchos cafés y restaurantes. Importante no regresar sin que hayas probado una de sus famosas mazorcas de maíz con sal de ajo. Está abierto de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. y se puede llegar a través de las estaciones de metro Camden Town y Chalk Farm. En autobús puedes tomar el 24 o 29. Zona NW1.

Mercado de San Telmo, Buenos Aires

Aunque comenzó siendo un mercado de comestibles, con el paso de los años se han incorporado también tiendas de anticuarios y cosas de segunda mano, así como un curioso mercado de pulgas.

Ubicado en el barrio del mismo nombre de Buenos Aires, lo más característico de este lugar son los puestos de anticuarios y curiosidades, aunque también se destacan los viejos cafés y los espectáculos callejeros como orquestas de tango, estatuas vivientes, músicos y bailarines. El mercado en sí ocupa un cuarto de manzana entre las calles Bolívar, Carlos Calvo, Defensa y Estados Unidos.

Abierto de martes a viernes de 10:30 a.m. a 7:30 p.m. y sábados y domingos de 9:00 a.m. a 8:00 p.m, se llega a pie tomando la Plaza de Mayo, o bien en bus.


Albert Cuyp, Ámsterdam


Es el más importante de Ámsterdam y está situado en el distrito De Pijp. La calle y el mercado llevan el nombre de Albert Cuyp, un pintor del siglo XVII. Es el mayor mercado al aire libre de Europa. Desde frutas a caviar, pasando por libros, artículos electrónicos o mascotas, más de 300 puestos se suceden a lo largo de un kilómetro dedicado a la venta todos los días de la semana, excepto domingos, entre las 9:00 a.m. y las 6:00 p.m.

Una vez allí, no olvides visitar alguno de los populares restaurantes étnicos y bares que se encuentran detrás de los puestos del mercado. Se pueden saborear los célebres arenques frescos que los holandeses comen con cebolla o una porción de kibbeling que consiste en pequeños trozos de pescado frito acompañado de mayonesa.





El Rastro, Madrid

Se trata del mercado callejero que cada domingo visitan curiosos en busca de cualquier cosa o turistas que quieren conocer la esencia de Madrid. Antigüedades, libros, ropa, música y hasta animales se venden aquí, en los más de 3.500 puestos que se han ido uniendo desde 1760, cuando solo era un pequeño mercado de objetos de segunda mano.

La principal zona de puestos y tiendas se extiende entre tres plazas: Cascorro - puerta de entrada al mercado con puestos de bolsos, gafas, camisetas, abanicos -, General Vara del Rey - con ropa, antigüedades, venta de minerales y fósiles –, o Campillo del Mundo Nuevo, donde venden absolutamente de todo: cómics, video juegos, carteles, discos, monedas, máquinas de coser… Entre estas plazas y la espina dorsal del Rastro, Ribera de Curtidores, se encuentra casi cualquier cosa.

Si después de tanto recorrido necesitas calmar el hambre, puedes darte una pasada por El Capricho Extremeño. El tamaño de sus tostas es considerable y sus acompañamientos para chuparse los dedos: ensaladilla rusa, pechuga empanada, gulas con gambas, pulpo a la gallega. Otra opción es concluir la visita en el imponente espacio público del Campo de la Cebada, situado en el solar del derribado polideportivo de La Latina. Aquí se organizan actividades y proyectos culturales, artísticos, deportivos… y los domingos suele haber (si el tiempo lo permite) música en directo de 12.00 a 3:30 p.m.

Al Rastro puedes llegar en metro (Latina , Puerta de Toledo y Tirso de Molina), autobús o RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles españoles).


Marché des Puces de Saint-Ouen, París


Es un lugar enorme donde puedes encontrar de todo; desde mobiliario, decoración y antigüedades hasta ropa de segunda y buena comida. Te guste lo que te guste, aquí puedes encontrarlo. O simplemente puedes ir a dar un paseo si lo que te gusta es curiosear. Solo tienes que ir hacia el norte de París para descubrir el que es considerado el mercado más grande de la ciudad ya que reúne catorce mercados en su interior (2.500 tiendas), restaurantes y cafeterías que ocupan más de siete hectáreas.

Los precios no son los más baratos, pero los productos son auténticos. Puedes conversar con especialistas y pedirles consejos. Actualmente este mercado, declarado Patrimonio Nacional, solo abre sábado, domingo y lunes de 10:00am a 6:00 p.m. Llegar es fácil: En metro, toma la Línea 4 y bájate en la estación de Porte de Clignancourt o la línea 13, descendiendo en la estación de Garibaldi.


Porta Portese, Roma

Visitarlo un domingo en la mañana es uno de los planes que las guías turísticas recomiendan a los visitantes de Roma. Situado en el barrio de Trastevere, el mercado nació tras la Segunda Guerra Mundial para comerciar productos rurales, de colección y de segunda mano, y como lugar de encuentro de las tradiciones populares.

Más de 4.000 puestos ambulantes, conciertos en la calle, decoración de colorines y un alegre gentío hacen de este mercado una experiencia inolvidable y puramente romana. Entre sus puestos encontrarás desde antigüedades y colecciones de discos en acetato hasta ropa y calzado, pasando por alimentación típica de Roma e incienso y velas.

Eso sí, las antigüedades en este mercado no son solo baratijas o imitaciones, también venden auténticas pinturas del siglo dieciocho, relojes o muebles que son toda una reliquia.

Inicia tu recorrido desde Porta Portese, la puerta más nueva de la ciudad que le da nombre al mercado. Te será más fácil bajar por las callejuelas de este barrio. Para llegar toma el metro B hasta la parada Marconi y después el autobús 170 (dirección centro). Otra opción es desde Pirámide, tomar el autobús 280 o el 23.

Place du Jeu de Balle, Bruselas

La inmerecida fama de ciudad gris y burocrática de Bruselas se viene abajo en el bullicioso Mercadillo de las Pulgas del Jeu de Balle, en pleno corazón de Les Marolles, uno de los barrios más cosmopolitas y bohemios de la capital de Europa. Disfruta de tu imaginación y aprovecha para hacerte con una pieza única en sus puestos de muebles, pero no te cierres a nada. La tentación es muy variada: Gafas antiguas, vestidos de novia, ropa, zapatos, cámaras fotográficas antiguas, discos de acetato, Place du Jeu de Balle, Bruselas muebles, vajillas, cristalería, objetos de plata, adornos y figuritas, cuadros, muñecas, televisores, y ¡hasta botones! son algunos de las cosas que puedes encontrar en este popular mercado de pulgas.

Si quieres disfrutar a tu ritmo, recuerda que abre a las cinco de la mañana, de modo que un madrugón igual es un acierto. Más tarde, y sobre todo si es verano, siéntate en una de sus terrazas para saborear una buena cerveza y disfrutar de la música en vivo.

Flohmarkt am Mauerparkes, Berlín

Entre los berlineses existe la certeza de que lo que no se encuentre en el Flohmarkt am Mauerparkes, no existe. El tradicional barrio bohemio de Prenzlauer Berg acoge todos los domingos, desde primera hora hasta las seis de la tarde, el mercado por excelencia de la capital alemana. Situado en Flohmarkt am Mauerparkes, Berlín la antigua zona del Este, a la vera del que es conocido con el apelativo de Parque del Muro, representa una alternativa de ocio y un plan perfecto para disfrutar de la jornada. Su característica principal reside en que los productos expuestos pertenecen a particulares que venden enseres con el encanto de la decadencia, Internacional dentro de un entorno bullicioso y melancólico, con dos añadidos que le otorgan personalidad propia: gastronomía y música. No hay que perderse el karaoke espontáneo que se organiza por la tarde alrededor de un abarrotado anfiteatro.



Marrakech, Marruecos

Aquí no sirven los regateos, el precio es lo que es. Aún así, merece la pena enrollarse por el laberinto, pasar por los rincones de telas recién teñidas y tendidas al sol, perder la cabeza entre tanta ganga de plata y oro, o sentarse un rato a tomar un té mientras decides si cargas o no con una alfombra para tu casa. Es que si Marrakech es famosa por la calidad de sus compras, imagina cuánto puedes disfrutar en el zoco de la Plaza de Jemaa el Fna, ese espacio mítico declarado patrimonio sonoro de la humanidad. Déjate mimar por los vendedores y disfruta del té moruno mientras eliges tu alfombra, tu mano de Fátima o cualquiera de sus apetecibles especias. Las tentaciones son incontables, el regateo divertido y el atardecer en la Plaza memorable.

Ya en la noche, date una pasada por algunos de los puestos de comida que empiezan a montarse sobre las 6:00 p.m. para probar desde el Cus-cus y el tajine de carne, pescado o verduras, hasta la sublime harira –sopa con cilantro, cordero, garbanzos, tomate, con un punto picante-, o el méchoui, un delicioso y especiado cordero a la brasa. Deja espacio para los típicos dulces de hojaldre y miel, perfectos para terminar el festín acompañando un té de hierbabuena.

Feira da Ladra, Lisboa

Todos los martes y sábados, de sol a sol, abre sus puertas el romántico mercado Feira da Ladra en los alrededores del barrio de Alfama. Cuentan que Feira da Ladra se llama así (mercado de la ladrona) porque antiguamente era el lugar donde se comerciaba con objetos robados y bullía el mercado negro, pero hoy encierra un bullicioso espacio donde podrás conocer el alma de la cultura portuguesa y su gente. Porque en la Feira da Ladra podrás encontrar además de turistas, lisboetas, gitanos, hippies e inmigrantes, quienes se dan cita para vender y comprar ropa antigua, posters, objetos extraños, antigüedades, discos de acetato, revistas y libros viejos, instrumentos musicales, cámaras fotográficas viejas, o cualquier objeto insólito que te puedas imaginar.

Se llega en metro (estación Santa Apolonia) o en el tranvía de madera 8, y después hay que entrar por el arco de San Vicente. En el mercado continúa arraigada la práctica del regateo, un arte que habrá que emplear en todos los puestos donde veas algún artículo que quieras comprar.

Chatuchak, Bangkok

No hay nada que no se pueda encontrar en Chatuchak: artesanía local, muebles, ropa, animales exóticos, arte, plantas y cualquier cosa que te puedas imaginar. Aunque algunos puestos están abiertos desde el viernes, la mayoría de ellos solo abre los sábados y domingos, con lo que ir a Chatuchak se convierte en algo casi imprescindible si se pasa el fin de semana por la capital tailandesa.

Fue fundado en 1942 por Jompol Por Phibulsongkram, antiguo primer ministro, cuyo deseo era implantar un mercadillo al aire libre en cada ciudad de Tailandia. Hoy sus más de 27 hectáreas albergan alrededor de 8.000 puestos de venta distribuidos metódicamente por categorías de productos y delimitados en secciones. Así que para no perderse, lo mejor es llevar un plano y organizarse, limitarse a una o dos secciones y no lanzarse sin rumbo fijo.

La mejor forma de llegar es en transporte público; el propio mercado tiene parada tanto de metro como de Skytrain. Ah, es mejor madrugar, ya que a Chatuchak llegan unos 200.000 visitantes diarios, de todas partes y sabedores de que en este lugar es posible adquirir cualquier cosa.

En AVIATUR.com encuentre tiquetes baratos, hoteles, autos, paquetes turísticos, cruceros y mucho más. Reserve ahora, vuelos económicos a destinos nacionales e internacionales.

¿Necesita ayuda?
Whatsapp