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Las tres religiones monoteístas celebran la Navidad en Tierra Santa

Sin lugar a dudas el sitio más visitado en Navidad es Tierra Santa, donde convergen el cristianismo, el judaísmo y el islamismo. Creyentes y no creyentes llegan de muchas partes del mundo a vivir de cerca uno de los acontecimientos religiosos más importantes: El nacimiento de Jesús.

Si viajas a Tierra Santa en estas festividades va a ser una experiencia diferente. Es una oportunidad para celebrar en la antigua Jerusalén, participar en la Misa de Gallo en la Basílica de la Anunciación en Nazaret, asistir al festival de festividades de Haifa y visitar los sitios emblemáticos de Belén, donde nació Jesús.

Temporada de Navidad en Belén

Belén, que en árabe significa “casa de la carne” y en hebraico “casa de pan”, representa para los cristianos y musulmanes el lugar del nacimiento de Jesús. Es también de gran importancia en la vida de los judíos, por ser el sitio donde nació y fue la coronación del Rey David, y además también se venera la tumba de Raquel, situada a la entrada de la ciudad. 

En esta ciudad multicultural, la Navidad se celebra el 25 de diciembre por los católicos, el 7 de enero por los ortodoxos y el 18 de ese mismo mes por los armenios. 

Además de celebrar en la fecha que escojas, puedes visitar cuatro museos que ofrecen desde la historia sagrada, hasta la cultura y arte de Belén, donde la protagonista es la Iglesia de la Natividad en la Plaza del Pesebre, erigida sobre el lugar, en el cual nació el Mesías. 

Cerca de allí está la Iglesia de Santa Catalina, que conduce a una serie de grutas, entre las que se encuentra la Capilla de San Jerónimo, quien escribió durante 30 años la principal versión latina de la Biblia, llamada La Vulgata. Además, está la Gruta de la Leche donde la Sagrada Familia se refugio después de su huida de Egipto.  

Hay más actividades en esta ciudad como ir al Teatro de la Natividad, donde se presenta una animación de 20 minutos y 31 modelos en tercera dimensión, que representan las etapas importantes de la vida de Jesús. 

Por otro lado se ubica el Museo Giacaman, fundado en el siglo XVIII en la Ciudad Vieja de Belén, el cual se dedica a mostrar la historia y el proceso de producción del aceite de oliva y en el Museo Baituna Al-Talhami existen muestras de la cultura de Belén.

Nazaret

El lugar donde Jesús pasó su infancia parte de su juventud es también uno de los lugares que hay que visitar por esta época. El 24 y 25 de diciembre se lleva a cabo la procesión de miles de jóvenes, quienes llegan a la Basílica de la Anunciación, en la que se celebran las misas navideñas.

Al lado  de la Basílica queda la Iglesia de San José, donde se supone se ubicaba la casa de la Sagrada Familia. Está también la iglesia griega-católica, en la que Jesús comenzó a predicar y el Pozo de María que es uno de los monumentos públicos de Nazaret.  

El festival de las festividades de Haifa


En esta ciudad cosmopolita se celebra la Navidad con una fiesta exclusiva que combina la celebración de las tres religiones: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Las actividades incluyen una feria de antigüedades, otra de artesanías, puestos de comidas, teatro callejero, presentación de grupos musicales…

Haifa cuenta con 17 kilómetros de playa, una buena infraestructura hotelera y su gran atracción en el monte Carmelo, el Centro Mundial Bahaí rodeado de jardines hermosos y las casas pintorescas de la colonia alemana que se han convertido en restaurantes, tiendas de regalos y galerías.  

Jerusalén

Durante la Navidad, Jerusalén recibe miles de visitantes, cuyo único deseo es conocer aquellos lugares que recuerdan la Pasión y Muerte de Jesús. Los últimos cinco pasos se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro, escenario de la crucifixión y la resurrección de Jesucristo. 

La visita a Jerusalén puede durar dos o tres días, donde se encuentra historia, leyendas y objetos como los del Museo de Israel, entre los que se aprecian los manuscritos del Mar Muerto y la maqueta de esta ciudad en los tiempos de Jesús. 

Con más de 5000 años de historia rebosa cultura, emana espiritualidad, hasta para los no creyentes, quienes no pueden ocultar la emoción que les produce estar en el centro mundial donde se concentran las tres religiones monoteístas. 

Sin importar la mezcla religiosa que allí existe, entre adornos y luces e impregnado del espíritu navideño, los habitantes y visitantes de Jerusalén viven las festividades de finales de año. A la feria navideña se acercan todo tipo de personas a comprar los obsequios para sus más allegados.

Esta metrópoli fundada por el rey David, fue donde murió Jesucristo y para los musulmanes, Mahoma ascendió al paraíso. En 1981, las murallas de la capital israelí junto con la Ciudad Vieja, fueron incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. 

Así mismo, en tres horas puedes recorrer el Museo del Holocausto, monumento erigido en memoria de los seis millones de judíos que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. 

Desde el Monte de los Olivos se tiene una panorámica de Jerusalén y es considerado por los cristianos como el lugar en el que Jesús oraba y se cree que allá quedaba el Huerto de Getsemaní. Según el Libro de Zacarías, es sagrado para los judíos, porque consideran que allí, Dios redime a los muertos al final de los tiempos. 

Cuando se llega al Muro de las Lamentaciones, el visitante siente la gran espiritualidad que emana este lugar, uno de los más sagrados para los judíos, ya que allí se lamenta la destrucción de la ciudad y la dispersión del pueblo hebreo. Se tiene como costumbre  introducir, entre las rendijas de la pared, una plegaria escrita en un pequeño trozo de papel.

Justo detrás del muro occidental, se encuentra los dos templos árabes más importantes para la comunidad islámica, el Domo de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa, esta última situada en el extremo meridional de la Explanada de las Mezquitas. 

Es el lugar musulmán más importante en Jerusalén, en el que se congregan durante las ceremonias, millares de personas. En tiempos del Reino cruzado de Jerusalén, la mezquita se usó como palacio y se le llamó el Templo de Salomón, debido a que se cree que fue edificada en el mismo lugar donde estuvo dicho templo.

El Santuario de Umar o Domo de la Roca, cuya cúpula dorada es uno de los símbolos más representativos de Jerusalén, fue construida alrededor de la roca, en la que se cree, Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac y donde Mahoma, según la tradición islámica, ascendió al trono de Alá en el curso de un viaje nocturno a  la ciudad desde Medina.

Otro de los sitios con gran significado, es el Monte de Sión, ya que allí tuvo lugar la Última Cena y además se encuentra la tumba del Rey David y la Abadía de la Dormición, donde la Virgen María cayó en un sueño eterno.

Aunque existen más sitios por visitar que recuerdan de alguna manera la historia sagrada para tres religiones, también el transcurrir histórico de esta región le enseña al mundo que las confrontaciones de credos no llevan a ningún fin, como si lo hace la convivencia en paz y con respeto durante una de las fechas especiales del año: La Navidad.

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