Que un viajero no asocie Orlando a parques temáticos, parece una utopía. No obstante, para sorpresa de muchos, la ciudad encierra una serie de atractivos desconocidos para quienes no han traspasado las fronteras de Disney o Universal. Desde el museo de esqueletos más grande de Estados Unidos hasta un centro para las artes escénicas. Eso, sin contar con la oferta gastronómica de primer nivel que invade a toda la ciudad.
Si usted es de los que asegura conocer Orlando porque en algún momento de la vida visitó junto a su familia alguno de los siete parques temáticos de esta ciudad localizada en el estado de Florida, Estados Unidos, está en un error.
Más allá de las montañas rusas, de los héroes y dibujos animados, existe una ciudad con una oferta de museos, centros comerciales, parques, restaurantes de comida gourmet, actividades al aire libre, barrios tranquilos y vida nocturna aún por descubrir.
Es que tras la recesión que afectó al centro de la Florida hace unos años, la comunidad (950.000 habitantes) decidió unirse para sacar la región adelante y mostrar otras facetas distintas. El cambio resulta hoy evidente. Basta con tomarse unos días en la ciudad, para constatar que no todo aquí son hamburguesas y Mickey Mouse. En Orlando hay mucha actividad, sobre todo para los jóvenes. Hay vida urbana, lugares para caminar, para disfrutar de una cerveza artesanal helada y una nutrida oferta de actividades para los amantes del arte, la música, la gastronomía y la buena vida.
Hoy Orlando ya no es un destino exclusivo para familias. Y si bien a esta ciudad llegaron el año pasado 66 millones de turistas, la nueva ola de visitantes, en su mayoría, llega por primera vez o regresa, para buscar más que un mundo de fantasía.
Es uno de los sectores donde la transformación y el crecimiento son más evidentes. Los jóvenes están regresando al centro financiero y poblando los edificios que durante la crisis fueron abandonados. Esto ha dado como resultado el resurgimiento de zonas como Thornton Park, en el lago Eola, donde han abierto varios bares y restaurantes con una oferta gastronómica para todos los gustos. Por ejemplo, si uno no se quiere perder el mejor brunch de los fines de semana, lo mejor es visitar Dexter.
Al caer la tarde en el Eola, es fácil hacer parte de la vida de los locales… caminan, hacen ejercicio, pasean a sus mascotas, se divierten con los niños en los juegos infantiles o alimentan a los cisnes. Y es en medio de este verde que la comunidad de Down Town acostumbra a realizar festivales, clases de yoga y bazares para recaudar fondos. De hecho, fue en este lugar en donde tras la masacre ocurrida en un club gay el año pasado, sus habitantes se congregaron para recordar a sus víctimas.
“El DownTown que muchos conocieron murió con la recesión. Ahora lo que vemos aquí es una cultura más ecléctica que demanda servicios de peluquería, lavandería, restaurantes, etcétera, con una capacidad adquisitiva alta, que puede pagar entre 1.700 y 1.900 dólares por la renta de un apartamento”, cuenta Leo Salazar, director de relaciones públicas de Visit Orlando para América Latina.
Pero en el Parque Eola también está el comienzo de la vida nocturna de Orlando. A unas cuantas cuadras, la algarabía se concentra a lo largo de Orange Avenue y sus intersecciones con Church Street, Magnolia Street, Central Boulevard y Pine Street.
Uno de los puntos que no pasan desapercibidos es Wall Street Plaza, una agrupación de seis bares, cada uno con música diferente, y establecimientos de comida, todos en una sola calle, en donde se realizan eventos especiales durante todo el año y fiestas callejeras al aire libre.
Church Street, por tradición el centro neurálgico de la vida nocturna de la ciudad, renació con una gran variedad de establecimientos singulares y con mucha personalidad. Prueba de ellos son por ejemplo Ceviche Tapas Bar y Hamburger Mary's, una hamburguesería que favorece a la comunidad LGBT.
Para quienes desean disfrutar de la noche con una buena vista, existen opciones como Latitudes y One80 Grey Goose Lounge, ubicado en la parte superior del Amway Center.
Claro, si uno busca un plan más calmado y sin tanto estruendo, no hay que ir muy lejos. El Dr. Phillips Center, un centro para las artes escénicas financiado con fondos públicos y donaciones privadas, fue inaugurado hace menos de un año. Espectáculos de Broadway, ballet, ópera y teatro hacen parte de su programación anual. Eventualmente, tendrá otro bloque donde habrá un teatro más - ahora tiene dos-, locales comerciales y restaurantes Dr. Phillips Center.
Este es un complejo pensado para la diversión y la buena gastronomía, en el que se destaca una gran rueda de observación, llamada Orlando Eye, y desde donde pueden observarse algunos de los lugares icónicos de la ciudad. De hecho, en un día claro, se puede ver hasta Cabo Cañaveral.
Pero uno de los lugares que uno no imaginaría encontrar en este complejo- y tampoco en Orlando - es Skeletons Animals Unveiled Skeleton Museum. Tiene 500 piezas en total, todas reales, de animales que van desde rinocerontes Sumatros, elefantes africanos, osos polares, perros, gatos, 65 especies de aves, hasta murciélagos. También hay 8 de humanos. Hoy, este particular sitio, es considerado el museo de esqueletos más grande de Estados Unidos.
Su propietario, Jay Villemarette, explica que, a diferencia de su museo en Oklahoma, en este los esqueletos están expuestos en posiciones en que normalmente se encuentra un animal vivo… “corriendo, saltando, trepando…”
Cabe anotar que todos los animales exhibidos en Skeletons han muerto de causas naturales y la mayoría, han sido donados por zoológicos y reservas naturales. Hoy, Villemarette asegura que tiene suficientes esqueletos en su haber, para abrir 2 museos más.
Finalmente, si hay algo que caracteriza al I Drive 360 es su oferta gastronómica. Uno de los restaurantes más visitados es Tapa Toro, a cargo de la chef Wendy López. Aquí, aunque la paella es de lujo, la delicada sangría que acompaña cada plato, no tiene igual Tapa Toro.
Pero hay más en I Drive. Para quienes buscan una noche de rumba, está el restaurante y discoteca Mango´s Tropical Café y para los amantes de las compras, los reconocidos Premium Outles. Para los más aventureros, se encuentra el Air Florida Helicopter, si se quiere apreciar la ciudad desde otro ángulo.
Otro lugar imperdible es Winter Park, ciudad del condado Orange, a 40 minutos al norte de Orlando. Su arquitectura tradicional y elegante, su ritmo de vida tranquilo y sus parques la hacen un lugar ideal para los amantes de la calma y la naturaleza.
Su epicentro es Park Avenue, en donde hay exclusivas boutiques, una barbería de antaño, cafés y restaurantes con propuestas novedosas como la de Luma on Park. Aunque su cocina tiene como base el pescado local, todos sus platos se sirven con los ingredientes más frescos de temporada. A pocas cuadras, es bueno detenerse en The Wine Room una gran cava dentro del local de un antiguo banco, que expone más de 156 vinos seleccionados. Lo mejor es que se pueden comprar por copas o por botellas, mientras se degusta exquisitos quesos.
Otro espacio para visitar es el Museo Charles Hosmer Morse of American Art que alberga la colección más completa de obras del diseñador americano Louis Comfort Tiffany. Se destacan el interior de la capilla bizantina románica restaurada que Tiffany diseñó para la Exposición Mundial de 1893 en Chicago y objetos como joyas, vitrales, lámparas icónicas y muebles.
Para empaparse de la cultura local, una buena idea es acudir al Winter Park Farmer's Market que se realiza todos los sábados, de 7:00 a. m. a 1:00 p. m. Los proveedores y agricultores locales venden sus productos caseros y de cosecha propia. Estando allí, es buena idea pasar por Peterbrooke Chocolatier, el paraíso para los amantes del chocolate, con delicias recién hechas que van desde manzanas de caramelo cubiertas con chocolate a palomitas de maíz con cubierta sabor chocolate, galletas Oreo y mucho más Peterbrooke Chocolatier
Hasta finales del 2015 se llamaba Downtown Disney. Es uno de los sitios más concurridos por locales y turistas, en parte porque hay mucho para hacer y porque la entrada y parqueadero son gratuitos. Lo mejor es que se puede recorrer hasta la media noche, en medio de magistrales presentaciones de artistas que cantan y bailan al ritmo de diversos géneros musicales.
Eso sí, el abanico de opciones a la hora de comer es amplísima. Desde The Boathouse, un lujoso restaurante frente al agua, con música en vivo, paseos guiados y un menú gourmet para disfrutar hasta las 2:00 a.m., hasta el Lounge de Morimoto Asia, que ofrece comida y cócteles estilo asiático. Para los carnívoros, un buen lugar es STK. Aquí los medallones de lomo, los macarrones con queso y las ensaladas, son alucinantes.
Vida nocturna adicional dentro de Disney Springs se encuentra en House of Blues, Bongo’s Cuban Café, el cine AMC Downtown Disney 24, el circo imaginativo La Nouba by Cirque du Soleil y Splitsville, una bolera diseñado estilo 50’s.
Ir de compras es una de las actividades más emblemáticas de Orlando. Las ofertas existentes van desde el centro comercial Mall at Millenia que reúne grandes marcas de lujo, hasta los Premium Outlets que ofrecen descuentos hasta del 70%.
Pero también vale la pena hacer un recorrido por el que es llamado el anticentro comercial: Artegon. Ubicado Al norte de International Drive, reúne a una comunidad de más de 165 artesanos que ofrecen de manera única y limitada, artículos, bienes, alimentos y experiencias irrepetibles. Aquí se puede encontrar arte y boutiques únicos en su tipo, objetos elaborados a mano y una gran diversidad gastronómica hecha con las manos de los mejores artesanos de Florida Central.(artegonmarketplace.com).
Por: Sandra Aguilera
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