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Ver otras fechasQue haya ocupado la séptima posición en la versión 2010 del Ranking de las Ciudades Más Competitivas de América Latina, refleja la forma emergente de competir de esta ciudad. Hoy Panamá no sólo recibe dos millones de turistas al año, sino que disfruta de un plan de inversiones en infraestructura que van desde la construcción del edificio más alto y caro de América Latina, hasta la ampliación de su Canal.
Son varias las razones por las cuáles Ciudad de Panamá ha pasado de tener 737.102 visitantes extranjeros en el 2001 a 1’538.980 durante el 2011: un canal, un centro bancario internacional, la primera flota mercante del mundo, una zona de libre comercio, un ferrocarril interoceánico, siete puertos privados, megaproyectos inmobiliarios de lujo, decenas de casinos, hoteles para todos los gustos y presupuestos, amplias y surtidas tiendas para compras... en fin, un coctel de atractivos que muchos han querido probar.
De hecho se dice que todo el dinero que por alguna razón no puede estar en otro lado, está en Panamá, una ciudad que concentra más de cien bancos extranjeros y que en el 2010 ocupó la posición número siete en la clasificación de las ciudades más competitivas de América Latina.
Panamá crece, se expande y moderniza. Y es que la actividad empresarial y de negocios de todo tipo se abre campo en esta tierra apetecida en las postrimerías del siglo XVII por el pirata Henry Morgan y ocupada desde el inicio del siglo XX por el presidente de Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, para edificar el canal de Panamá y unir el Pacífico con el Atlántico en el angosto istmo.
Los ejemplos van desde el Trump Ocean Club International Hotel and Tower, el edificio más alto y más caro de América Latina y propiedad del magnate financiero Donald Trump, hasta la apertura del hotel con la marca del Waldorf Astoria. Eso sin contar con la construcción del BioMuseo del famoso arquitecto Frank Gehry que ofrecerá ocho galerías sobre la historia de Panamá y su protagonismo en la migración de biodiversidad.
De hecho en los últimos años se han desembolsado 6.568 millones de dólares en el sector de la construcción, más que los recursos invertidos en la ampliación del Canal de Panamá (5.250 millones de dólares). El auge se concentra en Punta Pacífica, la avenida Balboa (ahora Cinta Costera) y Costa del Este, y consiste en edificios de lujo - uno es de Donald Trump -, todos frente al mar. Todo sucede a la luz de restaurantes que ofrecen desde Fu Fu, la sopa de leche de coco que es comida típica, hasta platos de diseño con tantos colores como las discotecas que aquí tienen nombres portuarios como El Ancla o Bucanero.
Quizá por eso algunos le encuentran semejanzas con Miami. Otros con Singapur. Unos cuantos con Nueva York. Lo cierto es que Panamá sobrevive como el patio de recreo de América. Tal vez porque la moneda oficial es el dólar, por el buen clima, por la relativa no violencia, por la relación calidad-precio de los bienes de consumo, en fin.
Claro que no siempre fue así. Corría el 28 de enero de 1671, cuando los piratas capitaneados por Henry Morgan le asestaron un golpe a la otrora Panamá. La defensa de la ciudad contaba con 1.400 infantes y 200 hombres a caballo, más una manada de 1.500 toros bravos guiados por 30 vaqueros que se pensó tendría un papel defensivo eficaz. Las tropas se enfrentaron y la caballería hispana no se vio favorecida por los terrenos enfangados debido a las lluvias de los días anteriores. Al ingresar en la ciudad, había estallado el polvorín desde el cual se propagó un voraz incendio a toda la urbe. Los esfuerzos de los vecinos por apagar el fuego resultaron inútiles. Calle a calle y casa por casa, el incendio se extendió a toda la ciudad. Morgan se adueñó de Panamá. Así murió la vieja capital panameña, luego de 152 años de vida.
Hoy se puede recorrer lo que queda. No es mucho. Las ruinas de la antigua ciudad todavía se mantienen, incluyendo la torre de su Catedral y son una atracción turística conocida como el conjunto monumental histórico de Panamá la Vieja, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Aquí el recorrido comienza en el centro de visitantes donde, por un dólar, se puede hacer un viaje virtual por la antigua ciudad. También se puede ascender al campanario de la torre de la antigua Catedral, emblema de la ciudad. A un costado, artesanos locales venden esculturas en madera de cocobolo, piedra de jabón o semillas de tagua, y canastas tejidas en fibra vegetal.
Asegúrese de visitar el Museo de Panamá Viejo con exhibiciones sobre su historia y vida diaria, incluyendo varios artefactos que los arqueólogos han encontrando en recientes excavaciones.
Después del incendio, la vieja Panamá fue trasladada al otro extremo de la bahía donde tomaría forma la nueva Ciudad de Panamá (el actual Casco Viejo), donde hoy se aprecian dos diferentes estilos arquitectónicos: el colonial español y el francés, con casas de madera de la época en que los franceses trataron de construir el Canal. Preservado en el mismo estado que tenía al ocuparlo los conquistadores, Casco Viejo compite con la Habana Vieja y el Viejo San Juan en su autenticidad, aunque está comenzando a ganar con sus plazas hermosamente restauradas, el azulejo y el mármol que decoran a muchos de los cafés, restaurantes y tiendas que ocupan estas estructuras históricas.
El Parque Catedral o Plaza de la Independencia, es la plaza principal del Casco Viejo. Allí fue declarada la independencia panameña el 3 de noviembre de 1903 y muchos edificios históricos importantes, tales como el Museo del Canal, el Palacio Municipal, la Iglesia de la Catedral y las ruinas religiosas de la Iglesia de los Jesuitas, adornan la plaza. También vale la pena conocer la Plaza de Francia donde se encuentra un gran obelisco en honor a los franceses quienes, a órdenes de Ferdinand De Lesseps, comenzaron la ardua tarea de construir un canal a nivel del mar en el año 1880.
Rodeando la Plaza Francia está el Paseo Las Bóvedas, que ofrece a las parejas y turistas un recorrido por la parte de arriba del antiguo dique español. Desde este pasaje se puede tener una excelente vista del contorno de edificios de Ciudad de Panamá, de los barcos que esperan su turno para cruzar el Canal y del Puente de las Américas. Ya en el Casco Antiguo, no se pueden olvidar las visitas a otros lugares como el Convento de la Compañía de Jesús, el Palacio Presidencial y la Plaza Santa Ana, entre otros.
El 3 de noviembre de 1903 Panamá logró su separación de Colombia con el apoyo de los estadounidenses. Y noviembre, se consignó con ellos un tratado para la construcción del Canal de Panamá, que uniría el Pacífico y el Atlántico. Entre 1904 y 1913 un total de 56.307 personas trabajaron en la construcción del Canal que se inauguró en 1914. El uso y usufructo del mismo fue legado a los Estados Unidos a perpetuidad. Los repudiaron siempre ese tratado llamándolo “el tratado que ningún panameño firmó”. Finalmente, bajo la administración del presidente Jimmy Carter, Estados Unidos suavizó su posición y se firmaron en septiembre de 1977 los Tratados Torrijos-Carter, que iniciaron la devolución paulatina del Canal y la administración de los bienes y tierras a la República de Panamá; un proceso que se concretó el 31 de diciembre de 2000.
Hoy, el canal es la visita de rigor. Parece imposible que un buque alto como un edificio pueda atravesar un país completo navegando por una angosta brecha de agua. Las leyes de la física resultan inexplicables en el Canal de Panamá y por eso se transforman en un espectáculo; la gente paga diez dólares para ver cómo se mueve ese complejo juego de esclusas que suben y bajan el nivel de las aguas para permitir la navegación entre los océanos Pacífico y Atlántico.
Las esclusas de Miraflores son las más próximas a la ciudad, y es allí donde está localizado el centro de visitantes que funciona como museo. Tiene 4 exhibiciones: la Historia del Canal, El Agua como Fuente de Vida, el Canal en Acción y el Canal del Mundo.
El horario de visita al Centro de Visitantes de Miraflores es de lunes a domingo (incluyendo días feriados), de 9:00 a.m. a 4:30 p.m. Si desea comer disfrutando del paso de los barcos, el restaurante del mismo nombre es la mejor opción. Recomendado por la guía Frommer’s como una de las 5 mejores experiencias culinarias de Panamá. Abierto de 10:00 de la mañana hasta las 10:30 de la noche.
También existen empresas como Panama Marine Adventures que ofrece la posibilidad a los viajeros de realizar un tránsito parcial o completo por el Canal de Panamá en la nave Pacific Queen, la cual cuenta con una capacidad para 275 personas; tiene tres amplios niveles, dos de ellos cerrados con aire acondicionado y el tercero abierto al aire libre donde se puede disfrutar de la travesía en un ambiente tropical.
El Pacific Queen sale de la Marina de Flamenco y de Gamboa todos los sábados. Los tránsitos parciales son varios días a la semana y una vez al mes ofrece el tránsito completo.
si esta ciudad ha sido testigo de todo tipo de cambios, el último, el más reciente y vigoroso es el de los compradores. Para quienes desean ir de compras, la ciudad se divide en tres superficies gigantescas: Multiplaza es la más amplia, diversa y de mayor calidad. Su oferta va desde boutiques de lujo como Hermès y Vuitton, hasta tiendas de implementos deportivos como Nike o sucursales de Apple Store. Multicentro, por su parte, posee una oferta que abarca ropa, muebles y perfumería (entre otros muchísimos productos). Albrook Mall es ideal para gustos y presupuestos más modestos.
Un paseo por la Zona Libre de Colón es otra opción. En ella están los centros de distribución de muchísimas marcas para toda América Latina, pero con precios más económicos. Lo más conveniente de comprar aquí es la ropa y los perfumes, aunque en su momento fueron los electrodomésticos.
Pero el paraíso de los compradores es indiscutiblemente Los Pueblos, adonde va el panameño de pura cepa. Ahí se consiguen pantalones a dos dólares, blusas a uno y casi todo lo imaginable.
A pesar de que Panamá es un país pequeño, sus artesanías están entre las mejores en Latinoamérica. Las mas famosas son las “Molas”, un tipo de arte bordado en telas hechos por los mujeres de la tribu Kuna. Otros artículos incluyen canastas tejidas a mano por los indígenas Emberá de la selva de Darién, parecidas a las canastas de los Navajos, y figuras hechas en semillas de tagua.
Una buena selección de este tipo de trabajos se encuentra en Gran Morrison, un almacén de variedad en la ciudad. También hay un mercado artesanal grande en Balboa, en la antigua zona del canal. Y si lo que desea es regalar una joya, la tienda Reprosa en el distrito comercial es una buena opción. El lugar tiene colecciones que incluyen reproducciones indígenas pre-colombinas auténticas, reproducciones de joyería colonial español, y colecciones inspiradas en la flora y fauna de Panamá.
La sopa es, curiosamente, uno de los platos más populares, servido habitualmente junto a variadas ensaladas. De entre ellas destaca el fu-fu, una sabrosa sopa de coco, plátano y pescado a la que se añade una pizca de ají chombo, un condimento picante típico del país. Sin embargo, la sopa por excelencia es el sancocho, plato típico nacional e indispensable para los panameños por sus propiedades energéticas. Se trata de un suculento cocido realizado con carnes variadas acompañadas de ñame, yuca o maíz aderezadas con cebolla, pimienta, ajo, orégano, sal y cilantro.
Además de los abundantes y magníficos pescados y mariscos y las deliciosas sopas, existen una gran variedad de platos típicos que incluyen alimentos propios de la zona. Un ejemplo es el tamal, una pasta de maíz rellena de carne y envuelta en hojas de plátano; el guacho, el tamal de olla, estofado de arroz con marisco; las empanadas de yuca rellenas de carne, los pasteles de pollo, pavo, chorizo o piña; las frituras de yuca, plátano o maíz; o el denominado “ropa vieja”, delicioso cocido con carne, ajo, cebolla y tomate.
En el caso de los postres, son las frutas tropicales como la piña, el coco, la guayaba o la papaya, las que predominan en la elaboración de dulces típicos. Algunos restaurantes para probar la comida típica son: Barandas, Diablicos (Casco Viejo), las Tinajas y el Miraflores en el Canal de Panamá.
En sí es una calle larga donde se puede ver el mar a ambos lados con vistas hermosas de la ciudad de Panamá, del Puente de las Américas y de barcos que transitan por el Canal. La vía une tres islas: Naos, Perico y Flamenco. A lo largo de la calle los vehículos circulan a velocidades bajas, se ven personas en bicicleta, corriendo, caminando, en patines, sentados en las bancas, familias paseando, jóvenes en patinetas y muchas más actividades deportivas y de ocio que son aprovechadas para hacerse al aire libre.
Claro que el Causeway de Amador no es solo un lugar donde los turistas pueden disfrutar de la brisa tropical y el paisaje. De noche se convierte en uno de los puntos de encuentro más frecuentados por parte de personas locales y turistas que buscan diversión.
Además de una variada oferta de restaurantes, hay bares donde se degustan tragos y cocteles al aire libre. Pronto también en el Causeway se podrá ver el Museo de la Biodiversidad de Panamá (el Biomuseo) diseñado por el arquitecto de renombre mundial Frank Gehry y cuya construcción ya está en proceso.
Desde Bogotá hay vuelos diarios con la aerolínea Avianca Taca y Copa Airlines, con tres vuelos de ida y regreso. Copa también ofrece un vuelo directo diario desde Cartagena. Se recomienda adquirir con su agencia de viajes un plan completo que incluya tiquete y porción terrestre, ya que los costos son más favorables. En cuanto a documentación, todos los visitantes necesitan un pasaporte válido y un tiquete de salida para entrar en Panamá, pero otros requisitos varían de país a país. Para colombianos únicamente se requiere tener pasaporte vigente. Al ingreso al país es recomendable llevar 500 dólares en el bolsillo.
Sheraton Bijao Beach Resort: 294 habitaciones y suites Carretera interamericana K. 108. Provincia de Coclé- Las Guías de Anton [email protected]
Four Points by Sheraton:128 habitaciones Calle 53 Marvella y Avenida 5a B Sur.
[email protected]
Este viaje es un encuentro con la selva. El turista puede viajar en bote a través de las aguas del Canal de Panamá hasta una isla donde puede ver cuatro diferentes tipos de monos jugando en los árboles. También puede observar otros animales como iguanas y cocodrilos. Un almuerzo panameño típico está incluido. Empresas como Jungle Land Explorer o Ancon Expeditions brindan este tipo de expediciones.
Más información en: Ancon expeditions
En el lago Gatún, hay una isla llamada Banana donde vive la tribu Emberá. Es una pequeña comunidad que vive en chozas de caña. Venden sus artesanías y presentan sus bailes para los turistas. Los visitantes son transportados hasta la isla. Allí los indígenas comparten información sobre su manera de vivir, tradiciones y creencias.
Mayores informes: Panamá Hub
Panamá tiene dos temporadas para la observación de ballenas: julio-octubre con ballenas provenientes de Antártida, y de diciembre a febrero con ballenas provenientes de Alaska. Empresas como Whale Watching Panam ofrece excursiones desde uno hasta cinco días.
Más información en: Observación Ballenas
en el Canal de Panamá Está a 45 minutos de la Ciudad de Panamá y ofrece una variedad de actividades ecoturísticas que incluyen transporte desde la ciudad. En el lugar el turista puede subir a un teleférico y recorrer la selva en compañía de un guía. Eso, sin contar con la posibilidad de comer en la terraza de su restaurante que tiene una vista del río Chagres y el Canal de Panamá.
Más información: Gamboa Resort
A solo una hora de la Ciudad está la Riviera, una serie de playas con poca gente. Se puede llegar en carro o acceder a través de un tour operador. Las playas de Santa Clara y El Palmar son las mejores para visitas cortas debido a la presencia de restaurantes en frente de la playa. Viaje de día a El Valle El Valle de Antón, tambien conocido como hogar de eterna primavera, es muy conocido por su clima fresco y primaveral durante todo el año. El pueblo está situado en un fértil valle de 18,3 km2 y se eleva a 600 m sobre el nivel del mar, con un clima de alrededor de los 18°C. El Valle de Antón es una comunidad singular, ya que es el único volcán habitado en el mundo. Encontrará en El Valle varios pozos termales volcánicos, y una gran cantidad de colinas y rocas volcánicas.
A solo treinta minutos de la Ciudad de Panamá. Cuenta con un campo de golf diseñado por Jeffrey Myers que es par 72 con 18 hoyos, 6.626 yardas y hierba Bermuda Tidway con base de arena. Este campo es la sede de varios torneos internacionales y tiene el único sistema de GPS computarizado en Centroamérica, 100 carritos de golf, facilidades de práctica y una bello Club house con un restaurante.
Más información en: Summit Golf Club
Es la Isla de las Flores, ubicada a solo una hora de la Ciudad de Panamá. Las playas “La Restinga” y “Playa Honda” son las más visitadas. El día de playa en isla Taboga incluye un paseo por las riberas del Canal de Panamá comenzando en Isla Flamenco y termina pasando por debajo del puente de las Américas. Este recorrido se puede dar antes o después de pasar el día en la isla.
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