Si lo suyo no son las aglomeraciones, si detesta que la arena se le meta por todas partes, si las olas del mar le dan pavor y solo de pensar en la playa le da dolor de cabeza, le proponemos zambullirse en estos lugares de ensueño, totalmente naturales. Porque no hay nada mejor que una piscina que no cierra temprano y que además, es hermosa.
Si realmente es intrépido, esta piscina natural a 100 metros de altura sobre un abismo le llamará la atención. Ubicada en las cataratas Victoria, al límite entre Zambia y Zimbabwe, es llamada “la Piscina del Diablo” porque además, es considera la más peligrosa del mundo. Los encargados de esta atracción turística siempre advierten a los bañistas que se pueden presentar crecidas súbitas en los niveles del río hasta de un metro, por lo que recomiendan tener precaución a la hora de ingresar.
Hay que tener en cuenta que sólo se encuentra habilitada al público entre los meses de septiembre a diciembre, cuando el caudal del agua disminuye lo suficiente para evitar riesgos innecesarios.
Uno de los lagos geotermales más impresionantes que existen. Un destino perfecto para quienes adoren los baños calientes (el agua llega a los 40 grados) en un entorno único. Es un lugar tranquilo, perfecto para disfrutar del relax con los amigos o la familia.Un clásico en los viajes a Islandia, situado en la zona volcánica de Grindavík, provincia de Reyjkjanes, al suroeste del país. En invierno es una maravilla meterse en esta piscina viendo el paisaje nevado, aunque en verano no pierde un ápice de interés.
Para completar toda una sesión de relajación, además de las piscinas al aire libre, el centro del Blue Lagoon posee saunas, spa, una cascada y salas de masajes.
Un baño en estas piscinas naturales de Laos, de aguas turquesas rodeadas de árboles y vegetación, es un verdadero privilegio. Lo característico de ellas, es la forma cómo la gente ingresa el agua: a través de lianas.
Las cascadas, jerarquizadas en tres niveles en una extensión de 29 kilómetros, se vierten entre pequeñas piscinas naturales de aguas turquesas, que prácticamente obligan a sumergirse en ellas. Claro, si quiere conocer Tat Kuang Si en todo su esplendor, lo recomendable es madrugar ya que son muchos los turistas que en su viaje quieren descubrir esa maravilla de la naturaleza.
Es una hermosa laguna natural de aguas cristalinas que da la impresión de ser una piscina excavada en medio de las rocas, al lado del mar.
De hecho es un punto obligado en el itinerario de quienes viajan a Atenas. Aunque el acceso a esta laguna, ubicada en la isla de Thassos, no es demasiado sencillo, la recompensa de nadar en una piscina natural de aguas turquesa y con vistas al mar Egeo, vale la pena el esfuerzo.
Si piensa viajar a México, lo mejor es no marcharse de este país sin darse un baño en el Cenote Ik Kil, una de las piscinas naturales más espectaculares del mundo debido a que, además de poseer infinidad de cascadas y de una variada flora, era utilizada por los mayas, según la leyenda, para realizar sacrificios humanos. Su forma es perfectamente redonda, tipo pozo, con 196 pies de ancho y aproximadamente 130 pies de profundidad, lo que lo convierte en uno de los más grandes de la península de Yucatán. Lo mejor es que está ubicado apenas a 5 kilómetros de las ruinas de Chichen Itzá, en un pequeño complejo que dispone de bar, hotel y (cómo no) gran tienda de souvenirs.
Si le gusta la adrenalina, no se pierda la oportunidad de saltar desde una plataforma artificial que está a 5 metros de altura, además de practicar esnórquel para observar miles de peces de colores, tortugas y pequeños bagres.
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