¿Quién no sueña con esquiar algún día? En las próximas vacaciones de fin de año es quizá la oportunidad para aprovechar la temporada de invierno en destinos de Europa, Estados Unidos y Canadá.
Con las primeras nevadas, las montañas se visten de blanco y en los centros de esquí se alista todo lo necesario para recibir a cientos de turistas que llegan con la ilusión de aprender a deslizarse sobre la nieve y para los esquiadores profesionales es el momento para serpentear y hacer sus acrobacias más atrevidas.
Cada temporada, los equipos de limpieza de los centros de esquí deben recoger en lugares de difícil acceso toda la basura, que tiran los turistas desde las telesillas: latas, bolsas, botellas, cajas, envoltorios… Todas las estaciones de esquí cuentan con canecas de reciclaje, donde se pueden depositar los desperdicios.
Una de las recomendaciones para disminuir la cantidad de desechos que se producen en el mundo es llevar su propia botella de agua y la comida en un recipiente reutilizable.
El entorno de los centros de esquí son bosques que sirven como hábitat de muchas especies de flora y fauna, por lo que el uso de las pistas designadas es una obligación para deslizarse por la blanca nieve.
La práctica del esquí fuera de las pistas puede provocar aludes, los cuales ocasionan grandes desastres en un ecosistema de montaña, que aunque no parezca, es muy frágil.
Después de cada temporada invernal, cerca de los centros de esquí encuentran animales estrangulados por anillos de plástico, asfixiados por bolsas y muertos por asfixia dentro de sus madrigueras, taponadas por la basura que botan los esquiadores.
Se sabe que la contaminación acústica del entorno afecta a algunas especies amenazadas de fauna y flora, como la flor de nieve.
Se ha visto que el exceso de ruido asusta a las diferentes especies del bosque, en especial a las aves, las cuales se espantan con ciertas ondas sonoras, desvían su camino e interrumpen su ciclo reproductivo. Además, ellas son las encargadas, en muchos casos de la polinización, que se puede ver interrumpida por este mismo efecto.
La práctica de este deporte puede generar alguna clase de impacto sobre el medio ambiente, así que además de aprender a deslizarse por la blanca nieve, se debe tener en cuenta algunos aspectos, como usar las pistas autorizadas, no tirar la basura, evitar hacer ruido, entre otros.
Esta iniciativa de la Federación Internacional de Esquí tiene como objetivo promocionar las actividades que se realizan en la temporada de invierno, difundir la práctica del esquí y otros deportes que se practican sobre la nieve, en medio de la naturaleza.
Actualmente, algunas estaciones que cuidan el impacto medioambiental se ocupan en delimitar zonas para la protección y conservación de determinadas especies de animales. Además, cuentan con programas de eliminación de residuos y sistemas de reutilización de aguas para sus instalaciones, así como el uso racional de la energía eléctrica.
Algunos centros ofrecen el servicio de traslado en telecabinas o teleféricos, que conectan al pueblo o ciudad con las pistas, esto significa evitar la generación de emisiones de CO2.
Siempre habrá lugares para escoger, esquiar y disfrutar de las desafiantes pendientes que hacen despertar la adrenalina a cualquiera que se atreva a descubrirlas, pero con responsabilidad.
Viva la experiencia de esquiar con responsabilidad:
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