Cali
Con su ritmo alegre y salsero, esta ciudad de clima cálido ofrece a sus visitantes una excelente oferta hotelera, grandes opciones para disfrutar de los sitios turísticos, la recreación y la gastronomía.
En la “Capital de la Salsa” se realiza la Feria de Cali, el evento insigne que reúne a miles de personas, la última semana de diciembre, a gozar en una fiesta que pareciera no tener fin.
Recomendados en hoteles
Oeste
- Hotel Intercontinental
- Hotel Dann Carlton
- Hotel Hampton By Hiton
- Hotel Four Points By Sheraton
Norte
- Hotel Spiwak
- Hotel Obelisco
Sur
- Hotel NH
¿Qué hacer en Cali?
1. Ir a la Iglesia La Ermita, que se destaca en la zona por su diseño neogótico y en su interior, por las imágenes de la Virgen de los Dolores, San Roque, el Cristo de la Caña y San Francisco Javier.
2. Admirar el monumento a Sebastián de Belalcázar, que es quizá el más famoso de Santiago de Cali, ubicado en la calle 7 oeste con carrera 2 este, lugar que se ha convertido en uno de los más visitados, porque ofrece una buena panorámica de la ciudad.
3. Tomarse una foto frente al Monumento de Cristo Rey, porque no existe visita completa a Cali, si no se sube al Cerro de los Cristales a contemplar esta monumental escultura de 400 toneladas y 26 metros de altura, que da la sensación de ser el vigía de la capital salsera de Colombia.
Al subir el cerro, también se encuentra por el camino la obra del artista del geoglifo Carlos Andrés Gómez, quien esculpió sobre 34 barrancos rostros aborígenes a los que les dio el nombre de "El lamento de la Pacha Mama".
4. Asistir a la Feria de Cali en Navidad. Así, es la fiesta que se “prende” del al , tiempo en el que cientos de artistas y bailarines se preparan durante meses para participar del Salsódromo y el súper concierto.
5. Visitar la Hacienda El Paraíso, que hace parte de los monumentos nacionales, por ser el lugar que sirvió de escenario a la historia de amor de Efraín y María, una de las obras más célebres del romanticismo en Colombia, La María.
Esta casa, convertida en museo se puede ser testigo del diario vivir de la familia de Efraín y conocer el jardín de rosas, que según en la novela, era el lugar en el que María recogía flores frescas para su eterno amor.