Glamping es acampar, pero con todas las de la ley. Sin armar tiendas, sin comida enlatada y sin dolores de espalda. Es acampar al aire libre con lujo. Ya sea en domos, yurtas, cubos o tipis, pero con las mismas comodidades que ofrecería un excelente hotel. Solo que, a diferencia de este, el glamping tiene algo invalorable: permite el contacto con la naturaleza.

La tendencia mundial nació con las primeras expediciones de europeos y americanos a África y, a Colombia, llegó hace una década como una alternativa de turismo sostenible: Se adaptan al paisaje con construcciones amigables, reducen al mínimo los impactos sobre el ambiente, cuidan los recursos y buscan inyectarles valor a las culturas locales.

Así que, si usted es de los que no teme experimentar la naturaleza, así pierda por ratos la señal del celular, en alojamientos que le proveen desde básicos como agua caliente y calefacción, hasta lencería de 300 hilos, cocina de autor, sauna privado y masajes corporales con piedras temperadas, anímese a ‘acampar’ en alguna de estas cinco opciones muy cerca de Bogotá:

1. Neusa Hills Glamping

Dónde: Tausa, Cundinamarca

A cuánto queda de Bogotá: 50 minutos desde el peaje de la autopista norte

El paisaje es brutal. Verde por todas partes. Lo llamativo de este hotel es que, al estar ubicado en una ladera, la contemplación de la naturaleza y del embalse del Neusa hace que uno pueda soñar despierto. Sus propietarios saben que en los detalles está el secreto, por eso el alojamiento incluye además de un desayuno que se puede adecuar a cada gusto, un regalo de bienvenida: botella de vino, frutos secos, dos botellas de agua y té aromático. Si no consume alcohol, no se preocupe. Con gusto le ofrecerán una deliciosa sangría sin alcohol.

A la hora de dormir se puede elegir entre la cabaña Quiche con cama doble, baño con agua caliente, balcón, malla de catamarán y deck privado para preparar un asado o tomar clases de yoga; o si se quiere un plus al relax, puede optar por la cabaña Adamá (Tierra en hebreo), que además de las anteriores comodidades, ¡tiene sauna en su interior!

A corto plazo estará lista una nueva cabaña: Oasis. Tendrá todos los juguetes y una novedad: ¡jacuzzi!

Ya en el día se debe aprovechar para hacer actividades como caminatas ecológicas, paseos por el embalse o recorridos en bicicleta por la zona. Ah, contemplar la puesta de sol aquí, de seguro le dejará sin aliento.

Foto cortesía: Neusa Hills Glamping

2. Tu Glamping

Dónde: Chocontá, Cundinamarca

A cuánto queda de Bogotá: 1 hora y 30 minutos

Aquí uno puede elegir desde carpas denominadas “Gitano”, hasta opciones más sofisticadas como los glamping de cristal. Deben su nombre a que tienen techo transparente que dejan ver las estrellas desde la cama.

Como punto diferencial, este lugar cuenta con un espacio dedicado al relax. Se llama Temazcal. Tiene una carta de servicios de masajes que incluye, si se desea, una copa de vino mientras se recibe la terapia corporal o facial junto a una caldera de vapor antigua.

En medio de tanta tranquilidad, una buena opción es montar en bicicleta o, si le gustan los termales, visitar un complejo ubicado muy cerca de Tu Glamping.

Foto cortesía: Tu Glamping

3. Glamping El Refugio del Bosque

Dónde: La Mesa, Cundinamarca

A cuánto queda de Bogotá: 45 minutos desde el cruce de la Vía Mosquera - La Mesa

En un glamping uno tiene asegurado tres cosas: Una vista sobre paisajes única, aire puro y actividades eco turísticas. Eso lo reúne de sobra este lugar en donde se puede dormir en tipis que, por si no sabía, son una especie de carpas indígenas americanas. Y mientras se duerme, lo mejor es que uno no solo se deleita con el canto de los pájaros de la zona, sino con el arrullo en que se convierte el correr de las aguas de la quebrada Payacal.

Como muestra de su compromiso con el cuidado del medio ambiente, el lugar realiza su propio tratamiento de aguas residuales para evitar afectar la flora y fauna de la quebrada en donde finalmente son vertidas. También ha plantado más de mil árboles de cedro en la finca y trabajan articuladamente con otras entidades del departamento para ser 100% ambientalmente amigables.

Además de la cercanía con la naturaleza, la experiencia que ofrece este refugio es completamente de aventura: Paintball, un bosque con diferentes circuitos que incluyen 22 puentes colgantes, canopy y descenso rappel. También tiene una pista de retos enfocada a grupos. Para quienes prefieren algo más tranquilo, están las caminatas a La laguna de Pedro Palo o a las cuevas indígenas cercanas.

Ah, y la comida es buenísima. Se inclina por platos sencillos como pastas, ensaladas y opciones vegetarianas. No hay que olvidar visitar su bar. Es atendido directamente por su propietario.

Foto cortesía: Glamping El Refugio del Bosque

4. Glamping Niddo

Dónde: Suesca, Cundinamarca

A cuánto queda de Bogotá: 1 hora y 20 minutos

En principio, el plan que este lugar ofrece suena como cualquier otra acampada: pasar la noche en medio de un bosque flanqueado por uno de los emblemáticos farallones del municipio de Suesca, famoso por atraer a los fanáticos de la escalada en roca. Pero cuando uno llega, queda sin palabras.

La primera imagen que llama la atención son los ‘bell tents’, tiendas de campaña con forma de campana, dotadas con camas tamaño queen con somier, colchón ortopédico, dos almohadas por persona y sábanas de 300 hilos. También tienen calentador de ambiente, energía eléctrica permanente y un tipi anexo con inodoro tradicional, lavamanos y ducha de agua caliente.

Los estándares de lujo aquí incluyen un Niddo de masajes en donde mientras se está de descanso, uno tiene la posibilidad de hacerse una limpieza, un masaje relajante con piedras temperadas para estimular la circulación o un ritual de especias de la India, para desintoxicar el organismo.

El desayuno buffet es de otro nivel: Una variedad de cereales, panes, fruta y pancakes bañados con miel, esperan a los comensales… todo preparado con productos locales.

Si uno es amante del contacto con la naturaleza, hay varias opciones para elegir. Desde participar en clases de yoga en medio del bosque, recorridos de espeleología, caminatas por senderos ecológicos y hasta ciclomontañismo en una ruta privada. Ah, si uno tiene un peludo en casa, no hay de qué preocuparse. Aquí tienen todo dispuesto para hospedar y atender a los huéspedes de cuatro patas.

Foto cortesía: Glamping Niddo

5. Glamping EnCubo

Dónde: Guatavita, Cundinamarca

A cuánto queda de Bogotá: 1 hora y 20 minutos

Si uno cree que lo ha visto todo en tema de alojamiento, tiene que visitar este lugar. Es un espacio increíble donde se tiene contacto con la naturaleza mientras se está alojado en contenedores marítimos bautizados con los nombres de Uzaque y Copérnico. Una vez aquí, en la noche puede planear una charla al calor de una fogata con la laguna de Guatavita de fondo, o apuntarse a un picnic con vino en la terraza verde de su propio alojamiento.

Tener un encuentro aún más cercano con la naturaleza es posible. Solo basta madrugar para apuntarse a un plan de avistamiento de aves o, si lo prefiere, ir de pesca deportiva. Eso sí, uno no puede irse de la zona sin hacer una excursión a la laguna de Guatavita, donde nació la leyenda de El Dorado. Para los más aventureros, el plan indiscutible es navegar en velero.

Foto cortesía: Glamping EnCubo

Viva una experiencia única e irrepetible en un Glamping: