La comida es uno de los mayores alicientes de un viaje. Por eso si usted es de esos viajeros que se mueve guiado por su estómago, tome nota de algunos de los platos infaltables en su próximo recorrido por Colombia.
La mayoría de las veces los viajeros planean su itinerario con base en los sitios turísticos que se encontrarán en cada lugar. Pero ¿Qué tal planear las próximas vacaciones de acuerdo con la oferta gastronómica del destino a visitar?
En Colombia el abanico para darle gusto al paladar es bien amplio. Desde varias clases de arepas y sancochos, hasta platos de renombre mundial como la bandeja paisa. Los invitamos a recorrer el país a través de estos platos tradicionales que reflejan la cultura, tradición y, sobre todo, el alma de este país.
1. Bandeja Paisa
Si una palabra describe a este plato es: abundancia, por eso si se tiene estómago sensible, es mejor hacerle el quite. En todas, cara o barata, pequeña o gigante, en la bandeja paisa se combinan fijo: fríjoles rojos, arroz, huevo, carne (normalmente molida), tajada de plátano, arepa, chicharrón, chorizo y aguacate. Algunos restaurantes suelen incluir además el delicioso hogao (una mezcla de tomate y cebolla picada, determinante para acompañar la arepa).
Dónde probarla
Antioquia
Fijo si va a cualquier ciudad o pueblo de Antioquia. Si visita Medellín, por ejemplo, una opción es ir al Pueblito Paisa. Aquí, además de tener una vista imponente sobre la ciudad desde la parte alta del Cerro Nutibara, hay un montón de puestos de comida tradicional, en donde podrá degustar desde calenta’os, sancochos y empanadas, hasta la insigne bandeja paisa.
Eje Cafetero
Si viaja a Quindío, Risaralda o Caldas, la mayoría de los restaurantes tienen este plato en su menú. Eso sí, si su destino es la ciudad de Pereira, sepa que aquí en algunos restaurantes, antes de servir la bandeja, a los comensales le ponen media botella de aguardiente en la mesa; un trago de este licor, dicen, asegura una mejor digestión.
2. Ajiaco
Es una sopa de tres tipos de papas, con pollo, ideal para el clima más frío de los 2600 metros de altura de Bogotá. Un sorbo de esta sopa, amarilla, densa y humeante es un pedacito de herencia prehispánica y colonial suspendido en una cuchara.
Tal es el impacto en la cultura popular del ajiaco santafereño, que tiene su propio día nacional. El homenaje incluye un concurso para premiar la mejor preparación de este plato.
Dónde probarlo
Bogotá, Cundinamarca
Un recorrido por el barrio La Candelaria de Bogotá es una buena opción para saborear este plato. Una vez allí, hay que aprovechar para caminar por la Plaza de Bolívar y visitar la Casa de la Moneda, la Casa del Florero y el Museo del Oro. Después de tanto recorrido, para calmar el hambre existen varios restaurantes de comida típica en la zona. Si el día está muy frío, un ajiaco le sentará de maravilla.
Plaza de mercado La Perseverancia
Ir a la zona de comidas de esta plaza es toda una experiencia. El lugar fue remodelado en 2017 y desde entonces se ha convertido en una visita obligada para locales y extranjeros que quieren saborear las delicias de la gastronomía de Colombia. El ajiaco que preparan en el local Tolú ya ganó el premio al mejor ajiaco de Bogotá.
3. Carne a la llanera
Ni siquiera el Papa Francisco se resistió a probarla. Lo hizo en su más reciente visita a Colombia, cuando se desplazó hasta el ‘Pueblito Llanero’ del parque Las Malocas, en el Meta, y fue sorprendido con este plato típico de la Orinoquía.
Los carnívoros aman la "mamona", como también la llaman. Cómo no hacerlo si se trata de carne de terneras alimentadas en un suelo bendito. Se prepara asando alrededor de una fogata cortes especiales de carne que se ensartan en palos de madera o de hierro y que se van alejando o acercando a las brasas para garantizar su punto exacto de cocción. Una vez lista, se sirve con un pedazo de yuca, papa salada y, en algunos casos, aguacate.
Un dato para resaltar es que a la carne solo le agregan sal y candela (como dicen los llaneros), lo cual corrobora que a una muy buena materia prima no es necesario agregarle nada. Bueno, la sazón extra la da el arpa, las maracas y el cuatro, que al son de contrapunteos, pajarillos y un buen baile de joropo, conjugan en una experiencia para sentir la verdadera cultura llanera.
Dónde probarla
La Orinoquía
También conocida como Llanos Orientales, tiene 214 mil kilómetros cuadrados. En el mapa, esta sabana ocupa cuatro departamentos: Arauca, Casanare, Vichada y Meta. Todos están inundados de restaurantes y asaderos que incluyen en su menú la tradicional mamona.
Además de darle gusto al estómago, hay que aprovechar la visita a una de las zonas más bellas del país para entrar en contacto con el paisaje llanero. Avistamiento de aves, senderismo y cabalgatas, hacen parte de la oferta de actividades a realizar. Si está en Villavicencio, imperdible ir al Bioparque Los Ocarros para ver venados, cocodrilos del Orinoco, tortugas y micos. También puede tomar rumbo hacia el Parque Nacional El Tuparro, en el Vichada, que es Patrimonio de la Humanidad.
4. Sancochos
En Colombia no hay un solo sancocho. Sin equivocaciones, nadie puede resistirse al aroma del plato de la cocina del país que combina diferentes ingredientes dependiendo de la región donde se prepare. Está el sancocho del litoral caribeño, de pescado (con leche de coco, yuca y ñame; pero sin papa, que es muy andina) y el cundiboyacense (donde el sancocho se llama cuchuco). También el del Valle del Cauca que es de gallina o el antioqueño que lleva res o cerdo, yuca, papa, plátano verde y maduro, zanahoria, mazorca, repollo y aguacate.
Dónde probarlo
Valle del Cauca
Se dice que uno de los mejores sancochos del país lo sirven en Ginebra, Valle del Cauca. En todas partes de este departamento se promueve en pendones, tableros, avisos de carretera y cartas de restaurante esta delicia culinaria. Una de las teorías más fuertes de su fama no solo es la calidad del suelo que posee el municipio. También porque sus praderas son bañadas por el río Guabas. Una combinación natural para producir lo necesario para un buen plato de sancocho.
Bolívar
Cartagena de Indias sabe a coco, a plátano maduro, a carne en posta, a mango verde con sal y a sancocho. Si tiene la oportunidad de probarlo cocinado en leña, mejor. El de sábalo con leche de coco es uno de los clásicos, pero difícil de encontrar. Además de pescado lleva pollo, res y costilla; yuca, papa, arracacha, ñame y plátano, cocinados en un sustancioso caldo. Imprescindible el guiso de cebolla, pimentón y ají dulce con el que lo cocinan.
Boyacá
Si va a Boyacá, tiene que probar el cuchuco con espinazo. Arme un combo y tome la vía Bogotá hacia Villa de Leyva. Casi todos los restaurantes sobre la carretera han incluido a esta sopa en su menú. Cuando llegue al pueblo, tómese su tiempo para recorrerlo a pie. Es monumento nacional desde 1954 con casonas con patios repletos de buganvilias y geranios y una gastronomía que incluye platos autóctonos como la changua, el mondongo y, por supuesto, el cuchuco. Estando allí, aproveche para conocer el puente de Boyacá, donde se vivió la batalla decisiva de la Independencia de Colombia. Queda saliendo por la vía a Tunja.
5. Arepas
Es un carbohidrato tan importante en Colombia, que tiene su propio día nacional. Si bien ha colonizado cada región del país, tiene su altar mayor en Antioquia y reina en la casa de cualquier colombiano que se respete.
Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que la arepa es al colombiano lo que el pan al francés. Es un alimento de origen precolombino que constituye un plato básico, y cuyo secreto no está en los ingredientes, dicen, sino en el cariño con el que se haga. Eso sí, cada región tiene la suya: costeña, paisa, valluna y boyacense hacen parte del abanico de opciones.
Dónde probarla
Antioquia
Por antonomasia Antioquia es arepa desde el desayuno hasta la comida. Es de maíz blanco o peto que, combinado con mantequilla, quesito, huevo o jamón, hacen que a su lado una caja de cereal lleve todas las de perder.
Caribe colombiano
En la región Caribe hay una tradición llamada arepa de huevo. Una fritura tostada por fuera, pero inflada en el centro para echarle un huevo. Se come calientica y aderezada con suero costeño (crema agria). Si quiere probar una de las mejores, en Luruaco, cada año se celebra un festival en homenaje a esta arepa, y es Patrimonio gastronómico y cultural de la Nación.
Si no coincide con el festival, en cualquier puesto callejero, cafetería o restaurante de Cartagena, Santa Marta, Barranquilla y sus alrededores, puede matar el antojo en cualquier época del año.
Boyacá
Si usted va por cualquier carretera de este departamento encontrará un parador o restaurante para probar arepas boyacenses. Son dulcesitas, porque además del típico maíz tienen cuajada, mantequilla y panela. En algunos municipios es preparada con maíz y trigo, pero compiten básicamente por su auténtico sabor en municipios como Ramiriquí, Tinjacá y Ventaquemada. Si no soporta bien el frío, no hay de qué preocuparse. Deténgase por una taza de aguadepanela, con queso y arepa. Infalible remedio para hacerle el quite al clima de la región.
Valle del Cauca
La arepa de choclo manda en este departamento. Esta rica combinación de maíz con cuajada entró a la gastronomía del Valle con la llegada de los colonizadores paisas, y se mezcló con la miel de los cañaduzales. Si quiere probar una de las mejores, vaya a Rozo, corregimiento de Palmira.
Santander
Ahora, si el dulce no es lo suyo, vaya al departamento de Santander. Tienen una arepa que combina maíz amarillo con trozos de chicarrón, queso e, incluso, yuca. ¡Un deleite sobre todo si la come observando el imponente Cañón del Chicamocha! Aproveche para practicar deportes extremos.
6. Fritanga
La fritanga podría ser la precursora de las comidas rápidas en Colombia. Es propia del interior del país, pero ha ganado terreno en toda Colombia. En general, esta bomba calórica está compuesta de bofe, chicharrón, longaniza, papa criolla, morcilla, corazón, plátano, chuleta de cerdo y pescuezo de gallina. Todo frito en manteca de cerdo. Por eso, ¡ojo si sufre del colesterol!
Este manjar de la cultura colombiana, que disfrutan desde presidentes hasta obreros, sabe mejor cuando uno se sienta en un potrero, come con la mano y saborea el campo en su paladar. Por eso no dude en armar su combo para irse de convite campestre, paseo de carretera, almuerzo en plaza de mercado o “piquete” dentro o fuera de la ciudad.
Dónde probarla
Cundinamarca
En la plaza del 12 de Octubre: Aquí, los platos no son exactamente para personas obsesionadas con la dieta saludable. Si visita el piqueteadero de Doña Segunda, hay que tener paciencia. Es uno de los pocos que ha logrado tener filas de hasta 30 metros de largo con clientes dispuestos a esperar por sus preparaciones.
Si quiere darse un paseo por la Sabana, en Cogua, a 50 minutos de la capital, también hay piqueteaderos con la mejor morcilla y fritanga de la región. También en Cáqueza, donde se dice venden la mejor morcilla (embutido) de Colombia.
Santander
Quienes pasan por el municipio de Girón, conocido como la Villa de los Caballeros, además de adorar al Señor de los Milagros y de retratarse en las calles empedradas y adornadas con casas que aún guardan su estilo colonial, casi que están obligados a probar esta singular ‘mezcla de fritos’. El olor a grasita es la guía para llegar al Malecón turístico, a orilla del río Oro, donde la ofrecen.
Boyacá
En Sutamarchán deténgase donde encuentre, servido en el aire, un delicioso banquete de fritanga, porque habrá llegado al edén de la longaniza. Asada, frita, cocida, recalentada o, de cualquier forma, la longaniza de Boyacá, es uno de los alimentos más apetecidos por los viajeros que descubren esta zona del país.
7. Arroces
Colombia es el único país de América Latina en donde el arroz es más importante que el maíz, así que en esta lista no podía faltar un plato con este cereal, que los españoles trajeron en el siglo XVI. Cada región tiene su toque singular: Dentro de ese “regionalismo” entran los atollados, tan representativos del Pacífico, pero que en Antioquia se llaman arroces verracos, en el Caribe se conocen como apastelados; en Cundinamarca, arroces tapados y en Tolima se llaman zaperocos.
Dónde probarlo
Caribe y Pacífico
Aquí manda el arroz con coco. Como su nombre lo dice, este plato es a base de arroz y coco; existen dos formas de preparación: una es el arroz blanco de coco y el otro el arroz de coco “negrito”, que suele estar acompañado de pescado y patacones de plátano verde. Si va a Barú, a 45 minutos de Cartagena, tendrá el privilegio de probar uno de los mejores arroces de coco del país, acompañado de pescado frito, patacón y ensalada. Alójese en el Hotel Las Islas para probar otras delicias de la gastronomía del caribe colombiano.
Le puede interesar: Comida típica del Caribe en Casa Navegante Cholón
Valle del Cauca
Se dice que, en Guapi, municipio del Valle del Cauca fundado por colonos españoles, nació el arroz atollado. De esa circunstancia histórica proviene la suposición de que este es un plato elaborado con una técnica y unos ingredientes similares a los de la paella. Viene acompañado de tostadas de plátano verde, hogao y medio huevo cocido. En Cali, la capital del departamento, cualquier restaurante, popular o a manteles, incluyen el ‘atollao’ en su menú.
Deguste el sabor de los platos infaltables en su próximo recorrido por Colombia
"Consuma productos propios de la región que visite"